Enciclopedia del collage. Proceso de realización

1. Acometo la ejecución de esta escultura empleando seis libros de una enciclope-
dia de cocina, un serpentín de calentador de agua, dos planchas metálicas para la
sujeción de sendos calentadores de agua y varillas roscadas con tuercas. Con ello
me planteo construir un pie sobre el que colocar algún elemento no decidido aún.
2.1.1. En esta primera fase de construcción, comienzo por marcar sendas planchas
metálicas con la forma y tamaño de los libros, eligiendo las partes deseadas.

2.1.2. Después, recorto ambas chapas y limo los cortes.
2.1.3. A continuación, las taladro por su cuatro esquinas a la distancia oportuna, y
lo hago con una broca fina de prueba; luego, taladro también los libros por el lugar
que mandan las chapas sobrepuestas, las cuales irán cerrando en bloque los seis
libros dispuestos en vertical.

2.1.4. Posteriormente, ta-
ladro primero las chapas
con la broca del grueso
de las varillas roscadas
(ver detalle), y luego hago
lo propio con los libros
uno a uno.
2.1.5. Más tarde, repaso
cada uno de los orificios
de los libros con una bro-
ca más gruesa, no así los
de las chapas, para dar-
les suficiente holgura y
conseguir que las varillas
los atraviesen con facili-
dad. Luego, lijo o elimino
las rebabas que se han
producido.

2.1.6. Estando ya todos los orificios convenientemente ejecutados, procedo a cortar
cuatro varillas roscadas con la medida que he determinado (la que presenta el blo-
que de libros, más la fina sección de las chapas, la de las tuercas y ocho milímetros
más para que sobresalgan del conjunto).
2.1.7. Seguidamente, colocados los libros en vertical con las chapas a cada lado
sobre una superficie lisa nivelada, los pongo a escuadra, paso las varillas por ellos,
pongo cola a las tuercas y las aprieto convenientemente.

2.1.8. Con el propósito de compactar mejor el conjunto, introduzco tres tornillos con
tacos -embutidos en los libros- por el centro vertical en cada lado (ver flechas).
2.1.9. A continuación,
preparo recortando y li-
jando ocho taquitos de
madera para cerrar los
huecos que dejan los ner-
vios salientes de las cha-
pas en sus extremos (ver
flechas).

2.1.10. Después, pego
con cola dichos taquitos
(ver flechas y detalle).
2.1.11. En el momento 2.1.8. compacté mejor el conjunto con tornillos y tacos en
línea vertical, ahora decido mejorarlo aún más del mismo modo, pero en línea hori-
zontal (ver flechas).

2.1.12. Por último, aplico una mano de cola blanca en los conjuntos de filos de las
hojas de los libros para sellarlas.
2.1.13. A la vista están la cara anterior y posterior del bloque compacto de libros
con las chapas laterales.

2.2.1. Ahora, inicio una segunda fase en la que voy a añadir un par de elementos
en las placas metálicas a cada lado del bloque de libros; para ello, marco y corto los
dos laterales del serpentín del calentador de agua.
2.2.2. Luego, perfilo bien los cortes para que el asentamiento de las piezas se pro-
duzca favorablemente.

2.2.3. Acto seguido, preparo cuatro cierres de madera para las partes superiores e
inferiores de dichas piezas. Los cierres presentan dos vaciados cada uno, a modo
de arcos de puente (ver flechas), con la intención de salvar las nerviaciones salien-
tes de las placas metálicas.
2.2.4. A continuación, con la finalidad de pegar los cierres de madera y de reforzar
las piezas de cobre, pego tiras de fibra de vidrio con resina de poliéster; previamen-
te, sujeto las piezas de los cerramientos con cinta adhesiva (ver detalle).

2.2.5. Una vez seca la resina aplicada, elimino las rebabas y pulo los bordes de las
piezas para asegurar el asentamiento más óptimo (ver detalle); después, dibujo en
las placas el lugar donde irá sujeta cada una.
2.2.6. Luego, para la sujeción de las piezas, realizo cuatro taladros en cada una y
en los libros en el lugar oportuno, introduciendo ocho tacos en estos. Dado que una
de las piezas va a llevar incrustada una boquilla del calentador, le añado un tubito
metálico y agujereo la pieza, la chapa y el libro que a ella subyacen (ver flechas).

2.2.7. En este momento, sujetos las piezas al bloque de libros -por los tacos- con
cuatro tornillos largos cada una (ver flechas).
2.2.8. Seguidamente, aplico una masilla elaborada con resina de poliéster y polvos
de talco, con el propósito de sellar bien las pequeñas aberturas que han quedado al
sujetar las piezas.

2.2.9. Por último, pulo con lija los enmasillados realizados y pego con cola blanca la
boquilla mencionada en el momento 2.2.6., introduciéndola por el agujero practica-
do (ver flecha).
2.2.10. La imagen presenta las dos caras laterales del bloque de libros con las pie-
zas adicionadas. De este modo resulta concluida la segunda fase constructiva de la
escultura, quedando a falta de elaborar el objeto que irá apoyado encima.

2.3.1. Como remate superior de la escultura, colocaré un objeto metálico hueco pro-
cedente de un trofeo; para comenzar, dibujo su circunferencia en un retal de made-
ra con el propósito de emplearla como cierre del hueco y como base de la pieza.
2.3.2. Seguidamente, la recorto con el máximo de ajuste al hueco del objeto y la lijo
para suavizar la sección del corte. El objeto, con un remate metálico de una lámpa-
ra de salón, está colocado provisionalmente en el que será su lugar .

2.3.3. A continuación, preparo el anclaje de la pieza que estoy ejecutando; para
ello, corto con la medida oportuna una varilla roscada, y taladro el círculo de made-
ra y el bloque de libros por el lugar donde irá introducida la varilla (ver flechas).
2.3.4. Luego, con el fin de poder asentar dicha pieza con su base sobre el bloque
de libros, practico cinco rebajes acanalados en la que será la parte inferior de la ba-
se (ver flecha roja), que salven los salientes de los libros (ver flecha amarilla).

2.3.5. Seguidamente, con la intención de favorecer la conservación del objeto metá-
lico, lijo el óxido de la parte interior, aplico un antióxido y doy dos manos de pintura.
2.3.6. Después, paso la varilla con el pomo pegado en el momento anterior (ver
imagen 2.3.5., parte izquierda) por el objeto metálico, pego un arito de madera (ver
flecha superior y detalle derecho) y encolo la base con los canales hacia abajo (ver
flecha inferior y detalle izquierdo).

2.3.7. A continuación, después de cortar convenientemente el filo del cuenco metá-
lico para salvar las tapas de los libros (ver flecha), pego la pieza al bloque de libros
con masilla elaborada con serrín colado y cola.
2.3.8. Por último, relleno
con la masilla menciona-
da los huecos de los cor-
tes del filo del cuenco, y
con masilla de resina de
poliéster con polvos de
talco relleno un hundi-
miento que presentaba la
pieza metálica (ver fle-
cha).

3.1. En este momento,
procedo a texturar la es-
cultura construida, tarea
que afronto por fases
(trabajando cara a cara
sin pasar a la siguiente
hasta que no esté total-
mente seca la anterior), y
lo hago dando una mano
de cola y espolvoreando
marmolina sobre la lecha-
da de cola.
3.2. Posteriormente, concluyo el texturando sirviéndome de un cajón con el hueco
hacia arriba, para preservar la parte de la escultura que queda hacia abajo.

3.3. Finalmente, elimino
toda la materia que queda
sin pegar; me valgo de
una brocha para quitar lo
gordo y de un compresor
con pistola para rematarlo
convenientemente.
4.1. Ahora, inicio la fase
de pintado dando dos ma-
nos de pintura plástica
gris (una oscura a la zona
inferior y la otra muy clara
a la superior) para impri-
mar la escultura; elijo este
matiz subyacente para así
condicionar el cromatismo
que le vaya dando a la
obra.

4.2. Acto seguido, aplico una mano de color (diferenciando bien las dos zonas im-
primadas anteriormente con dos tonos muy diferentes de grises) que servirá de fon-
do cromático.
4.3. Estando seca la primera mano aplicada, le doy otra modificando no obstante
algunos tonos levemente.

4.5. Ahora es el momento
de ir perfilando los tonos
de fondo en casi todas
las zonas.
4.4. Seguidamente, intro-
duzco nuevos colores por
zonas en los laterales, y
en el resto (libros y rema-
te superior) voy perfilando
los previamente dados.
En el bloque de libros,
“lavo” la pintura extendida
con un trapo húmedo a
base de arrastrarlo o de
presionar con él.

4.7. Para concluir esta
fase de pintado, efectúo
los últimos retoques al
cromatismo de toda la
obra.
4.6. A continuación, prosi-
go con la tarea de perfila-
do de los colores aplica-
dos en ambos laterales
del bloque de libros y en
la parte alta del remate
superior.

FICHA TÉCNICA
TÍTULO:
“Enciclopedia del collage”.
MEDIDAS:
29 x 22,5 x 48,5 cm.
FECHA DE CONCLUSIÓN:
Febrero de 2024.
MATERIALES:
Seis libros de una enciclopedia de cocina, tres componentes de dos calentado-
res de agua (un serpentín, las dos planchas metálicas traseras para la sujeción de
sendos aparatos y una boquilla), varillas roscadas con tuercas, parte superior de
una copa de trofeo, embellecedor de un aparato de luz de techo, un arito de made-
ra para colgar cortinas, marmolina, pintura acrílica y barniz incoloro satinado.
INSTRUMENTOS:
Metro, escuadra, lápiz, rotulador, herramientas eléctricas (sierra caladora, tala-
dro con soporte, amoladora, fresadora y compresor), martillo, punzón, puntas, bota-
dor, sargentos, destornillador, tornillos, alicates de punta fina y plana, cola blanca,
5. Con esta presencia
queda ultimada la “Enci-
clopedia del collage” des-
pués de administrar dos
manos de barniz incoloro
satinado.

tijeras, cinta adhesiva de fuerte adherencia, fibra de vidrio, resina de poliéster, cata-
lizador, masilla preparada con dicha resina y polvos de talco, masilla de serrín cola-
do y cola blanca, cúter, escofina, lima, tubito metálico, espátulas, madera, antióxido,
pintura esmaltada, colador, recipientes, trapo húmedo y pintura plástica gris.
TÉCNICA:
Construcción realizada con objetos, materiales sólidos y pintura extendida, pre-
sionada y lavada.
COMENTARIO:
El collage, aunque por extensión se suele aplicar a diferentes artes (cine, músi-
ca, literatura…) es una técnica plástica constructiva que, en su sentido más amplio,
consiste en incorporar a la obra cualquier tipo de material u objeto de la realidad
cotidiana. Es un procedimiento por el cual dichos recursos extra-artísticos (en el
sentido de que no han sido producidos para crear arte, pero que se decide emplear-
los en él) se descontextualizan del medio del que proceden para recontextualizarlos
en otro bien diferente -el plástico-, en el que adquieren una vida y un sentido total-
mente nuevos e, incluso, insospechados. El combinar y ensamblar materiales hete-
rogéneos surgió como técnica artística a principios del s. XX, y fue evolucionando
desde el encolado de papeles en la obra pictórica, pasando por la sujeción de ma-
teriales diversos livianos de escaso relieve, hasta la incorporación de otros pesados
y volumétricos en el ámbito ya escultórico, con un talante siempre decididamente
experimental y bajo el principio de "todo es posible”. Esta obra, como todas las que
he realizado de presencia escultórica (en relieve o exentas), así como las construi-
das digitalmente con fotografías (construcciones fotográficas), son claramente here-
deras de dicha técnica; teniendo en consideración que este trabajo, al igual que mi
obra escultórica en general, está creado exclusivamente con ese tipo de materiales,
agregando posteriormente otro cromatismo a la construcción efectuada con ellos.
Se da la circunstancia de que uno de los materiales aquí utilizados son seis vo-
lúmenes de una enciclopedia de cocida, un conjunto coherente sobre el arte o ma-
nera particular de cocinar, que recogía información de recetas de múltiples guisos y
postres. Y sucede que al preparar un guiso o un postre, lo que se hace es tomar
diferentes tipos de materiales alimenticios, tratarlos convenientemente, componer
con ellos en un orden determinado, durante un tiempo, sirviéndose de las herra-
mientas oportunas y haciendo lo posible para que el plato resultante guste, impre-
sione, resulte atractivo...; es decir, de algún modo, al cocinar se va materializando
una especie de collage y el producto logrado podría tomarse por un collage, culina-
rio y gastronómico eso sí. Además, la experiencia de realizar un collage, o de cons-
truir una escultura collagista como ésta, tiene mucho en común con la de cocinar un
plato, particularmente si se aborda también de modo experimental; y, por otra parte,
ambos campos, el plástico del collage y el gastronómico del guiso, cuentan -o pue-
den contar- con la consideración de artístico.
Sucede, así mismo, que los otros materiales usados, procedentes de un calen-
tador de agua, de un trofeo y de un aparato de luz, igualmente pueden conectarse
metafórica y semánticamente de diferentes modos con las artes plásticas, puesto
que el arte puede hacer un aporte cálido, admite ser entendido como premio o re-
compensa por una victoria -es señal de victoria- y acoge ser asimilado con la luz; y
todo ello viene a sumarse al arte concebido como alimento. Me ha parecido opor-
tuno cerrar la exposición “Es-cultura”, que venía preparando hasta ahora, con una
obra que aludiera explícitamente al collage e, inclusive, lo presentara como saber
enciclopédico.

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