La enfermedad de Carrión, también conocida como fiebre de la Oroya, es endémica en los Andes peruanos y ecuatorianos. En 1885, Daniel Carrión se autoinoculó con sangre de un paciente infectado y murió, demostrando que la verruga peruana y la fiebre de la Oroya son causadas por la misma bacteria, Bartonella bacilliformis. La enfermedad se transmite a través de la picadura de la garrapata Lutzomyia verrucarum y causa una fase aguda anémica