ENTREGA Y PERDIDA DE
  LOS ISLOTES DE LOS
       MONJES
              INTEGRANTES:
   Lady Cardona
   Valentina Corrales
   Daniela Martínez
   María Isabel Ortega
   Claudia Lorena Vélez
LOS MONJES
LOS MONJES son cinco islotes localizados
en la alta mar del Océano Atlántico, a 18
millas marinas de la Guajira colombiana.
Se trata de unos promontorios rocosos,
inhabitables y desprovistos de vegetación
que parte del año están cubiertos por el
agua. En el mapa sobre límites de
Colombia publicado en 1944 por el
ministerio de Relaciones Exteriores, estos
islotes figuran como colombianos.
SIGLO XX
En 1891, como hemos dicho, se produce el fallo arbitral del reina Maria
Cristina de España en el que le reconoce a Colombia la propiedad de
la Guajira con base en las cédulas de 1777 y 1790 sobre la segregación
de Maracaibo y Sinamaica. En 1900 se procede a la demarcación de
la frontera, complementada con la posterior sentencia arbitral del
Consejo Federal Suizo de 1922. El tratado sobre demarcación de
fronteras y navegación de ríos comunes del 5 de abril de 1941 ratifica
todo lo anterior, reconociendo los trabajos de las comisiones mixtas de
demarcación y manifestando que todas las diferencias sobre límites
quedaban terminadas. El reconocimiento de la Guajira y su anexidad
de Los Monjes a favor de Colombia era absoluto.

Por las razones anteriores, el gobierno de Alfonso López Pumarejo
publicó un libro intitulado Límites de Colombia, en 1934, en el cual dice
que, "pertenecen también a Colombia las islas y cayos llamados los
Monjes y todas las demás islas, islotes, cayos, morros y bancos llamados
los Monjes y todas las demás islas, islotes, cayos, morros y bancos que se
hallan próximos a las costas". El libro es reditado en 1944, en la segunda
administración López, con el mismo título y el mismo texto trascrito,
incluyendo a Los Monjes como parte del territorio colombiano.
Frente a ninguna de estas dos
publicaciones hubo protesta alguna
de Venezuela. En cambio sí la hubo
a raíz de la publicación de un
artículo del director de Territorios
Nacionales,     Hernando       Holguín
Peláez, en 1951, en el cual ilustraba
con un croquis la localización exacta
de Los Monjes.
En este momento comienza la actuación
de los principales personajes que
conformaban el gobierno de 1952 e
intervinieron en el asunto de Los Monjes:
Roberto Urdaneta Arbeláez, presidente
encargado en remplazo de su titular,
Laureano Gómez; Juan Uribe Holguín,
ministro de Relaciones Exteriores; Alfredo
Vázquez Carrizosa, secretario general de
la Cancillería y, el embajador de Caracas,
Francisco Urrutia Holguín.
Los días 20 y 25 de enero de 1952
se producen las dos primeras
actuaciones          de        esta
administración. La primera es del
doctor       Alfredo      Vázquez
Carrizosa; y la segunda es la del
Ministerio de Relaciones Exteriores
de Venezuela
La respuesta de Venezuela a la
declaración del 25 de enero no
fue avenirse a una solución
pacífica de la diferencia, sino por
el contrario, ocupar Los Monjes
con el pretexto de instalar un faro
para la navegación.
Ante     la   situación   de     hecho
planteada       por   Venezuela,     el
gobierno de Urdaneta Arbeláez
resolvió convocar una junta de
notables integrada por Luis López de
Mesa, Evaristo Sourdis, Antonio Rocha,
Carlos Arango Vélez y Alberto Zuleta
Ángel y acordar una estrategia frente
a la invasión de Los Monjes.
Entre tanto, el 1º de septiembre de 1952
la armada nacional realizaba desde el
buque de guerra Almirante Padilla
entrenamientos de tiro cerca a Los
Monjes.    Venezuela     reaccionó    de
inmediato con maniobras aeronavales
orientadas a demostrar la superioridad
manifiesta sobre la armada y fuerza
aérea colombianas.
PERDIDA DE LOS MONJES
El    presidente     encargado       resolvió
reconocer la soberanía mediante una
simple Nota diplomática, como lo
insinuaba nuestro embajador en Caracas,
Francisco Urrutia Holguín. El texto definitivo
fue aprobado por el primer mandatario y
bajo la sigla GM 542 del 22 de noviembre
de 1952 se suscribió por el ministro de
Relaciones de Colombia Juan Uribe
Holguín y por el embajador de Venezuela
en Bogotá, Luis Gerónimo Pietri.
En la controvertida Nota se dan por terminadas las
conversaciones sobre la situación jurídica de Los
Monjes y se alude a la protesta de Venezuela con
ocasión del contrato celebrado en 1856 con el
norteamericano John E. Gowen para la explotación
del guano en los islotes y al decreto del 22 de
agosto de 1871 mediante el cual se incorporaron
éstos al territorio venezolano sin reclamación alguna
de Colombia, como tampoco sobre "ninguno de los
numerosos        actos   de    jurisdicción  ejercidos
reiteradamente hasta ahora por el gobierno de los
Estados Unidos de Venezuela sobre el mencionado
Archipiélago y de los cuales hay constancias en
publicaciones oficiales Venezolanas"...
"Con base en los antecedentes mencionados el Gobierno de
Colombia declara que no objeta la soberanía de los Estados
Unidos de Venezuela, sobre el archipiélago de Los Monjes y
que, en consecuencia, no se oponen ni tienen reclamación
alguna que formular respecto al ejercicio de la misma o a
cualquier acto de dominio por parte de este país sobre el
archipiélago en referencia".

La nota fue respondida con otra de la misma fecha por el
embajador venezolano dirigida al canciller Uribe Holguín
agradeciendo y expresando, como era lógico, su completo
acuerdo con los términos de la Nota al declarar que no
objeta su soberanía sobre dicho archipiélago sometido a la
jurisdicción de su país "desde muy antiguos tiempos y acerca
del cual éste posee diversos y muy fundados títulos que lo
definen como parte integrante del territorio Venezolano".
El acto introdujo además un elemento antes
desconocido dentro de lo que sería más tarde el
diferendo sobre la delimitación de áreas marinas en
"el Golfo de Venezuela". La nota de 1952 debilitó sin
duda la posición colombiana que ahora se ha visto
obligada       a   aceptar      fórmulas    de      arreglo
reconociéndole a Venezuela el dominio sobre Los
Monjes y reducir sus pretensiones a la luz de la nueva
convención sobre el derecho del mar que sólo le
reconoce a las rocas no aptas para la vida humana
o/y vida económica propia un mar territorial de doce
millas. Es claro que los intentos de crear artificialmente
condiciones para la vida humana no asimila las rocas
a islas y menos les da derecho a zona económica
exclusiva y plataforma continental.
CONCLUSION
En conclusión, los islotes de los monjes fueron
cedidos por parte de Colombia al decir “no
convirtamos el caso de los islotes de los monjes en
controversia internacional. Vale mucho mas la
cordialidad con Venezuela… cedamos nuestros
derechos y demostrémosle al pueblo venezolano
que apreciamos mucho mas su amistad que la
posesión de pedazos de tierra o roca”
En la anterior cita textual escrita de parte de
Colombia a Venezuela se nota la falta de
autoridad, de fuerza, de poder que falta en nuestro
país; autoridad que llevo a perder 5 grandes trozos
de roca en el mar con minerales carisimos y una
zona puertearía de gran actividad, aunque en
estas la vida del ser humano no se pueda dar.
Entrega y perdida de los islotes

Entrega y perdida de los islotes

  • 1.
    ENTREGA Y PERDIDADE LOS ISLOTES DE LOS MONJES INTEGRANTES:  Lady Cardona  Valentina Corrales  Daniela Martínez  María Isabel Ortega  Claudia Lorena Vélez
  • 2.
    LOS MONJES LOS MONJESson cinco islotes localizados en la alta mar del Océano Atlántico, a 18 millas marinas de la Guajira colombiana. Se trata de unos promontorios rocosos, inhabitables y desprovistos de vegetación que parte del año están cubiertos por el agua. En el mapa sobre límites de Colombia publicado en 1944 por el ministerio de Relaciones Exteriores, estos islotes figuran como colombianos.
  • 3.
    SIGLO XX En 1891,como hemos dicho, se produce el fallo arbitral del reina Maria Cristina de España en el que le reconoce a Colombia la propiedad de la Guajira con base en las cédulas de 1777 y 1790 sobre la segregación de Maracaibo y Sinamaica. En 1900 se procede a la demarcación de la frontera, complementada con la posterior sentencia arbitral del Consejo Federal Suizo de 1922. El tratado sobre demarcación de fronteras y navegación de ríos comunes del 5 de abril de 1941 ratifica todo lo anterior, reconociendo los trabajos de las comisiones mixtas de demarcación y manifestando que todas las diferencias sobre límites quedaban terminadas. El reconocimiento de la Guajira y su anexidad de Los Monjes a favor de Colombia era absoluto. Por las razones anteriores, el gobierno de Alfonso López Pumarejo publicó un libro intitulado Límites de Colombia, en 1934, en el cual dice que, "pertenecen también a Colombia las islas y cayos llamados los Monjes y todas las demás islas, islotes, cayos, morros y bancos llamados los Monjes y todas las demás islas, islotes, cayos, morros y bancos que se hallan próximos a las costas". El libro es reditado en 1944, en la segunda administración López, con el mismo título y el mismo texto trascrito, incluyendo a Los Monjes como parte del territorio colombiano.
  • 4.
    Frente a ningunade estas dos publicaciones hubo protesta alguna de Venezuela. En cambio sí la hubo a raíz de la publicación de un artículo del director de Territorios Nacionales, Hernando Holguín Peláez, en 1951, en el cual ilustraba con un croquis la localización exacta de Los Monjes.
  • 5.
    En este momentocomienza la actuación de los principales personajes que conformaban el gobierno de 1952 e intervinieron en el asunto de Los Monjes: Roberto Urdaneta Arbeláez, presidente encargado en remplazo de su titular, Laureano Gómez; Juan Uribe Holguín, ministro de Relaciones Exteriores; Alfredo Vázquez Carrizosa, secretario general de la Cancillería y, el embajador de Caracas, Francisco Urrutia Holguín.
  • 6.
    Los días 20y 25 de enero de 1952 se producen las dos primeras actuaciones de esta administración. La primera es del doctor Alfredo Vázquez Carrizosa; y la segunda es la del Ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela
  • 7.
    La respuesta deVenezuela a la declaración del 25 de enero no fue avenirse a una solución pacífica de la diferencia, sino por el contrario, ocupar Los Monjes con el pretexto de instalar un faro para la navegación.
  • 8.
    Ante la situación de hecho planteada por Venezuela, el gobierno de Urdaneta Arbeláez resolvió convocar una junta de notables integrada por Luis López de Mesa, Evaristo Sourdis, Antonio Rocha, Carlos Arango Vélez y Alberto Zuleta Ángel y acordar una estrategia frente a la invasión de Los Monjes.
  • 9.
    Entre tanto, el1º de septiembre de 1952 la armada nacional realizaba desde el buque de guerra Almirante Padilla entrenamientos de tiro cerca a Los Monjes. Venezuela reaccionó de inmediato con maniobras aeronavales orientadas a demostrar la superioridad manifiesta sobre la armada y fuerza aérea colombianas.
  • 10.
    PERDIDA DE LOSMONJES El presidente encargado resolvió reconocer la soberanía mediante una simple Nota diplomática, como lo insinuaba nuestro embajador en Caracas, Francisco Urrutia Holguín. El texto definitivo fue aprobado por el primer mandatario y bajo la sigla GM 542 del 22 de noviembre de 1952 se suscribió por el ministro de Relaciones de Colombia Juan Uribe Holguín y por el embajador de Venezuela en Bogotá, Luis Gerónimo Pietri.
  • 11.
    En la controvertidaNota se dan por terminadas las conversaciones sobre la situación jurídica de Los Monjes y se alude a la protesta de Venezuela con ocasión del contrato celebrado en 1856 con el norteamericano John E. Gowen para la explotación del guano en los islotes y al decreto del 22 de agosto de 1871 mediante el cual se incorporaron éstos al territorio venezolano sin reclamación alguna de Colombia, como tampoco sobre "ninguno de los numerosos actos de jurisdicción ejercidos reiteradamente hasta ahora por el gobierno de los Estados Unidos de Venezuela sobre el mencionado Archipiélago y de los cuales hay constancias en publicaciones oficiales Venezolanas"...
  • 12.
    "Con base enlos antecedentes mencionados el Gobierno de Colombia declara que no objeta la soberanía de los Estados Unidos de Venezuela, sobre el archipiélago de Los Monjes y que, en consecuencia, no se oponen ni tienen reclamación alguna que formular respecto al ejercicio de la misma o a cualquier acto de dominio por parte de este país sobre el archipiélago en referencia". La nota fue respondida con otra de la misma fecha por el embajador venezolano dirigida al canciller Uribe Holguín agradeciendo y expresando, como era lógico, su completo acuerdo con los términos de la Nota al declarar que no objeta su soberanía sobre dicho archipiélago sometido a la jurisdicción de su país "desde muy antiguos tiempos y acerca del cual éste posee diversos y muy fundados títulos que lo definen como parte integrante del territorio Venezolano".
  • 13.
    El acto introdujoademás un elemento antes desconocido dentro de lo que sería más tarde el diferendo sobre la delimitación de áreas marinas en "el Golfo de Venezuela". La nota de 1952 debilitó sin duda la posición colombiana que ahora se ha visto obligada a aceptar fórmulas de arreglo reconociéndole a Venezuela el dominio sobre Los Monjes y reducir sus pretensiones a la luz de la nueva convención sobre el derecho del mar que sólo le reconoce a las rocas no aptas para la vida humana o/y vida económica propia un mar territorial de doce millas. Es claro que los intentos de crear artificialmente condiciones para la vida humana no asimila las rocas a islas y menos les da derecho a zona económica exclusiva y plataforma continental.
  • 14.
    CONCLUSION En conclusión, losislotes de los monjes fueron cedidos por parte de Colombia al decir “no convirtamos el caso de los islotes de los monjes en controversia internacional. Vale mucho mas la cordialidad con Venezuela… cedamos nuestros derechos y demostrémosle al pueblo venezolano que apreciamos mucho mas su amistad que la posesión de pedazos de tierra o roca” En la anterior cita textual escrita de parte de Colombia a Venezuela se nota la falta de autoridad, de fuerza, de poder que falta en nuestro país; autoridad que llevo a perder 5 grandes trozos de roca en el mar con minerales carisimos y una zona puertearía de gran actividad, aunque en estas la vida del ser humano no se pueda dar.