El documento reflexiona sobre el tiempo adecuado en el que Jesús actuó durante su vida y ministerio, subrayando que existe un solo Dios y un mediador, y que Jesús murió por los pecadores en el momento designado por Dios. Se mencionan pasajes bíblicos que destacan la importancia de reconocer los tiempos de Dios y la inevitabilidad de la muerte y la redención a través de Cristo. Además, se enfatiza la necesidad de permanecer firmes en hacer el bien y la inminente segunda venida de Cristo.