El procedimiento civil se inicia mediante una demanda presentada ante un juzgado. Luego, el juez admite la demanda y la notifica a la otra parte para que la conteste. Después, las partes asisten a una audiencia donde intentan llegar a un acuerdo o proponen pruebas para el juicio. Finalmente, el juez celebra el juicio oral, evalúa las pruebas y emite una sentencia que puede ser apelada.