El documento discute el papel ético de los obstetras y ginecólogos en la salud de las mujeres. En particular, destaca que los obstetras y ginecólogos deben abogar por la salud de las mujeres, proporcionar cuidados basados en sus conocimientos, e influir en las políticas de salud que afectan a las mujeres. También deben defender los derechos de las mujeres y trabajar para mejorar su situación social y de salud.