El artículo se centra en la importancia de la experiencia del cliente (customer experience) como un aspecto crítico para el éxito empresarial en un mercado competitivo. Se propone que una gestión efectiva de la experiencia del cliente no solo incrementa la lealtad y satisfacción, sino que también mejora los ingresos y reduce costos. Además, se enfatiza la necesidad de métodos y métricas, como el Net Promoter Score, para evaluar y mejorar continuamente esta experiencia, adaptándose a las expectativas cambiantes de los consumidores.