Los lóbulos frontales son las estructuras cerebrales más recientemente desarrolladas que proporcionan un control más complejo de los procesos cognitivos y conductuales a través de las funciones ejecutivas. El córtex prefrontal se divide en áreas dorsolateral, orbitofrontal y frontomedial, siendo esta última responsable de la inhibición, detección y solución de conflictos, y la regulación de la agresión y los estados motivacionales. Las funciones ejecutivas transforman los pensamientos en acciones mediante la planificación