Bajo el gobierno de los Médici en el Renacimiento, Florencia se convirtió en el centro del humanismo italiano. La familia Médici atrajo a grandes artistas con su mecenazgo y construyó obras maestras que aún hoy embellecen la ciudad, como el Puente Vecchio y la Galería de los Uffici. Sin embargo, algunos Papas y miembros de los Médici se vieron envueltos en escándalos debido a su afición por el lujo y los placeres.