Según René Descartes, el ser humano está compuesto por dos sustancias distintas: el alma y el cuerpo. El alma es una sustancia inmaterial que piensa y es libre, mientras que el cuerpo es una sustancia material que ocupa espacio y se rige por las leyes físicas. Descartes veía la unión entre el alma y el cuerpo como accidental, donde cada una permanece como entidad separada aunque interactúan a través de la glándula pineal.