El subsistema de formación profesional para el empleo en España fue regulado por el real decreto 395/2007, que integra la formación ocupacional y continua en un solo modelo, con el objetivo de mejorar la capacitación de los trabajadores y su empleabilidad. El presupuesto de formación para 2011 ascendió a 1.430,7 millones de euros, destacando la participación activa de empresas en la formación de sus trabajadores, alcanzando un 83,3% de cobertura en acciones formativas. Además, se establecen modalidades de formación tanto para desempleados como para ocupados, promoviendo la inclusión social y la actualización de competencias laborales.