El mobiliario urbano se compone de objetos públicos como bancos y papeleras, que contribuyen a la identidad de la ciudad y al confort de sus habitantes. El equipamiento colectivo, que incluye instalaciones para la prestación de servicios sociales, es crucial para la vida social y puede clasificarse según criterios jurídicos, sociológicos y económicos. La gestión urbana y ambiental busca equilibrar el desarrollo sostenible, fomentando la participación pública y la preservación del medio ambiente.