Las mujeres enfrentan desafíos únicos al estudiar carreras de informática, donde son minoría. Algunas experimentan discriminación por parte de profesores y compañeros, aunque la mayoría no se siente discriminada. Para integrarse, las mujeres a veces adoptan tácticas como asimilarse a los códigos masculinos o negociar su reconocimiento. En general, disfrutan los desafíos de la informática pero a menudo carecen de confianza en sus habilidades técnicas.