La guerra colonial y crisis del 98 tuvo varias consecuencias para España, incluyendo la pérdida de Cuba, Puerto Rico y Filipinas tras la derrota en la guerra hispano-estadounidense de 1898. Esto desencadenó una crisis nacional debido a la debilidad militar y política demostrada, y dio lugar al movimiento regeneracionista que buscaba reformas políticas, sociales y económicas para modernizar a España.