El documento presenta una oración después de la comunión que expresa gratitud a Dios pero también cuestiona cómo se puede dar gracias cuando hay tanta desigualdad y pobreza en el mundo. La oración pide cambios en el comportamiento humano para dar más a los necesitados en lugar de gastar tanto en armas. Concluye pidiendo a Dios que no permita que los corazones se endurezcan ante el sufrimiento de los demás.