Este documento propone políticas educativas para la inclusión social a través de la articulación interinstitucional e intersectorial. Resalta la importancia de las redes de colaboración entre docentes, escuelas, organizaciones comunitarias y gubernamentales para garantizar la educación de todos mediante proyectos colectivos, diagnósticos participativos y aprendizaje expansivo que posicione a la escuela como espacio público de anclaje e intersubjetividad.