El documento analiza la Ilustración como un movimiento de pensamiento basado en la razón que influyó en procesos revolucionarios del siglo XVIII, destacando sus principios políticos como el libre pensamiento y la separación de poderes. Se mencionan exponentes clave como Montesquieu, Voltaire y Rousseau, cuyas ideas contribuyeron a la independencia de Estados Unidos y la Revolución Francesa. Además, el texto aborda cómo el liberalismo y los conceptos de soberanía popular afectaron la organización política en América Latina tras la independencia.