El estudio analizó la incidencia de tuberculosis en una cohorte de contactos a lo largo de 10 años, identificando factores de riesgo asociados como la edad, el grado de intimidad con el caso índice y la positividad de baciloscopia. Se concluyó que la estrategia de estudios de contactos es efectiva para la detección de nuevos casos, y se recomienda la intervención profiláctica temprana enfocada en contactos jóvenes. Los hallazgos resaltan la importancia de un seguimiento longitudinal en la identificación de riesgos de enfermedad entre grupos específicos.