26 de septiembre de 2021
«Pasada la crisis sanitaria, la peor reacción
sería la de caer aún más en una fiebre consumista y
en nuevas formas de auto preservación egoísta.
Ojalá que al final ya no estén “los otros”,
sino sólo un
».
(FT 35)
“Hacia un NOSOTROS
cada vez más grande”:
un horizonte claro para nuestro camino común
en este mundo.
«Dios creó al ser humano a su imagen, lo creó a imagen
de Dios, los creó varón y mujer. Dios los bendijo diciendo:
“Sean fecundos y multiplíquense”».
(Gn 1,27-28)
Dios nos creó varón y mujer,
seres diferentes y complementarios para formar juntos
un NOSOTROS destinado a SER CADA VEZ MÁS GRANDE,
con el multiplicarse de las generaciones.
Dios nos creó a su imagen, a imagen de su
SER UNO Y TRINO, comunión en la diversidad.
Dios quiso ofrecer un camino de reconciliación,
no a los individuos, sino a un pueblo, a un
NOSOTROS destinado a incluir a toda
la familia humana, a todos los pueblos.
La historia de la salvación ve un NOSOTROS al inicio y
un NOSOTROS al final, y en el centro,
el misterio de Cristo, muerto y resucitado
para «que todos sean uno» (Jn 17,21).
El tiempo presente nos muestra que el
querido por Dios está roto y
fragmentado, herido y
desfigurado.
Y el precio más elevado lo pagan quienes más
fácilmente pueden convertirse en los otros:
los extranjeros, los migrantes, los marginados, que
habitan las periferias
existenciales.
Estamos llamados a comprometernos
para que no haya más muros que nos separen,
que no haya más otros, sino sólo un
NOSOTROS, GRANDE
como toda la humanidad.
La catolicidad de la Iglesia, su universalidad,
es una realidad que pide ser acogida y vivida
en cada época, según la voluntad y la gracia del Señor
que nos prometió estar siempre con nosotros,
hasta el final de los tiempos.
Su Espíritu nos hace capaces de
abrazar a todos para crear
COMUNIÓN
en la diversidad.
En el encuentro con la diversidad de los extranjeros,
de los migrantes, de los refugiados y en el diálogo
intercultural que puede surgir, se nos da la oportunidad
de crecer como Iglesia, de enriquecernos mutuamente.
Todo bautizado, dondequiera que se encuentre,
es miembro de pleno derecho de la comunidad
eclesial local, miembro de la única Iglesia,
residente en la única casa,
componente de la única familia.
Los fieles católicos están llamados a comprometerse
para que la Iglesia sea siempre más
inclusiva.
La Iglesia está llamada a salir a las calles de las periferias
existenciales para curar a quien está herido y buscar
a quien está perdido, sin prejuicios o miedos,
sin proselitismo, dispuesta a ensanchar el espacio
de su tienda para acoger a todos.
Entre los habitantes de las periferias encontraremos a
muchos migrantes y refugiados, desplazados y
víctimas de la trata, a quienes el Señor quiere que se les
manifieste su amor y que se les anuncie su salvación.
A todos los hombres y mujeres del mundo
dirijo mi llamamiento a caminar juntos hacia un
NOSOTROS
cada vez más GRANDE, a recomponer la familia humana,
para construir juntos nuestro futuro de justicia y de paz,
asegurando que nadie quede excluido.
El futuro de nuestras sociedades es un futuro
“lleno de color”, enriquecido por la diversidad
y las relaciones interculturales.
Por eso debemos
aprender hoy a vivir
JUNTOS,
en armonía y paz.
Debemos esforzarnos todos para derribar los muros
que nos separan y construir puentes que favorezcan
la cultura del encuentro, conscientes de la íntima
interconexión que existe entre
Las migraciones contemporáneas nos brindan
la oportunidad de superar nuestros miedos para dejarnos
enriquecer por la diversidad del don de cada uno. […]
podemos transformar las fronteras en lugares privilegiados
de encuentro, donde puede florecer el milagro de
un NOSOTROS
cada vez más grande.
Para que a nuestra casa común se le garantice el cuidado adecuado,
tenemos que constituirnos en un
NOSOTROS cada vez más grande,
cada vez más corresponsable, con la firme convicción de que
el bien que hagamos al mundo lo hacemos
a las generaciones presentes y futuras.
Estamos llamados a soñar juntos.
No debemos tener miedo de soñar y de hacerlo juntos
como una sola humanidad, como compañeros del mismo
viaje, como hijos e hijas de esta misma tierra que
es nuestra casa común, todos hermanos y hermanas.
Roma, San Juan de Letrán, 3 de mayo de 2021,
Fiesta de los santos apóstoles Felipe y Santiago.
By sr. Maike Loes

JORNADA MUNDIAL DEL MIGRANTE Y DEL REFUGIADO 2021

  • 1.
  • 2.
    «Pasada la crisissanitaria, la peor reacción sería la de caer aún más en una fiebre consumista y en nuevas formas de auto preservación egoísta. Ojalá que al final ya no estén “los otros”, sino sólo un ». (FT 35)
  • 3.
    “Hacia un NOSOTROS cadavez más grande”: un horizonte claro para nuestro camino común en este mundo.
  • 5.
    «Dios creó alser humano a su imagen, lo creó a imagen de Dios, los creó varón y mujer. Dios los bendijo diciendo: “Sean fecundos y multiplíquense”». (Gn 1,27-28)
  • 6.
    Dios nos creóvarón y mujer, seres diferentes y complementarios para formar juntos un NOSOTROS destinado a SER CADA VEZ MÁS GRANDE, con el multiplicarse de las generaciones. Dios nos creó a su imagen, a imagen de su SER UNO Y TRINO, comunión en la diversidad.
  • 7.
    Dios quiso ofrecerun camino de reconciliación, no a los individuos, sino a un pueblo, a un NOSOTROS destinado a incluir a toda la familia humana, a todos los pueblos.
  • 8.
    La historia dela salvación ve un NOSOTROS al inicio y un NOSOTROS al final, y en el centro, el misterio de Cristo, muerto y resucitado para «que todos sean uno» (Jn 17,21).
  • 9.
    El tiempo presentenos muestra que el querido por Dios está roto y fragmentado, herido y desfigurado. Y el precio más elevado lo pagan quienes más fácilmente pueden convertirse en los otros: los extranjeros, los migrantes, los marginados, que habitan las periferias existenciales.
  • 10.
    Estamos llamados acomprometernos para que no haya más muros que nos separen, que no haya más otros, sino sólo un NOSOTROS, GRANDE como toda la humanidad.
  • 12.
    La catolicidad dela Iglesia, su universalidad, es una realidad que pide ser acogida y vivida en cada época, según la voluntad y la gracia del Señor que nos prometió estar siempre con nosotros, hasta el final de los tiempos.
  • 13.
    Su Espíritu noshace capaces de abrazar a todos para crear COMUNIÓN en la diversidad.
  • 14.
    En el encuentrocon la diversidad de los extranjeros, de los migrantes, de los refugiados y en el diálogo intercultural que puede surgir, se nos da la oportunidad de crecer como Iglesia, de enriquecernos mutuamente.
  • 15.
    Todo bautizado, dondequieraque se encuentre, es miembro de pleno derecho de la comunidad eclesial local, miembro de la única Iglesia, residente en la única casa, componente de la única familia.
  • 16.
    Los fieles católicosestán llamados a comprometerse para que la Iglesia sea siempre más inclusiva.
  • 17.
    La Iglesia estállamada a salir a las calles de las periferias existenciales para curar a quien está herido y buscar a quien está perdido, sin prejuicios o miedos, sin proselitismo, dispuesta a ensanchar el espacio de su tienda para acoger a todos.
  • 18.
    Entre los habitantesde las periferias encontraremos a muchos migrantes y refugiados, desplazados y víctimas de la trata, a quienes el Señor quiere que se les manifieste su amor y que se les anuncie su salvación.
  • 20.
    A todos loshombres y mujeres del mundo dirijo mi llamamiento a caminar juntos hacia un NOSOTROS cada vez más GRANDE, a recomponer la familia humana, para construir juntos nuestro futuro de justicia y de paz, asegurando que nadie quede excluido.
  • 21.
    El futuro denuestras sociedades es un futuro “lleno de color”, enriquecido por la diversidad y las relaciones interculturales. Por eso debemos aprender hoy a vivir JUNTOS, en armonía y paz.
  • 22.
    Debemos esforzarnos todospara derribar los muros que nos separan y construir puentes que favorezcan la cultura del encuentro, conscientes de la íntima interconexión que existe entre
  • 23.
    Las migraciones contemporáneasnos brindan la oportunidad de superar nuestros miedos para dejarnos enriquecer por la diversidad del don de cada uno. […] podemos transformar las fronteras en lugares privilegiados de encuentro, donde puede florecer el milagro de un NOSOTROS cada vez más grande.
  • 24.
    Para que anuestra casa común se le garantice el cuidado adecuado, tenemos que constituirnos en un NOSOTROS cada vez más grande, cada vez más corresponsable, con la firme convicción de que el bien que hagamos al mundo lo hacemos a las generaciones presentes y futuras.
  • 26.
    Estamos llamados asoñar juntos. No debemos tener miedo de soñar y de hacerlo juntos como una sola humanidad, como compañeros del mismo viaje, como hijos e hijas de esta misma tierra que es nuestra casa común, todos hermanos y hermanas.
  • 30.
    Roma, San Juande Letrán, 3 de mayo de 2021, Fiesta de los santos apóstoles Felipe y Santiago.
  • 31.