El documento analiza diferentes enfoques de la administración, incluyendo el estructuralista y el del comportamiento, así como el modelo burocrático de Max Weber y la teoría del desarrollo organizacional. Se destaca la importancia de la interacción entre el entorno y la organización, la necesidad de un equilibrio de recursos y el papel del comportamiento humano en el ámbito laboral. Finalmente, se concluye que es esencial adaptar y combinar diversos modelos e enfoques para mejorar la eficiencia organizacional en un entorno económico en constante cambio.