Iván Illich, un pensador austro-polémico, criticó las instituciones educativas, proponiendo la 'desescolarización' como un medio para lograr una educación más libre y adaptada a las necesidades individuales. Su enfoque sugiere sustituir la educación formal por alternativas tecnológicas y autoeducativas, aunque reconoce que la escuela todavía juega un papel en la socialización y la formación de valores. Sin embargo, considera que la educación actual, regulada y burocratizada, contribuye a la alienación del individuo y promueve un consumismo manipulado.