La escultura griega arcaica incluye figuras como los kuros (jóvenes varones) y las korai (jóvenes mujeres), que se desarrollaron entre los siglos VII y V a.C. Estas figuras se caracterizan por su frontalidad, brazos pegados al cuerpo, y sonrisa arcaica. Representan tanto atletas como ofrendas a los dioses, y muestran influencias egipcias y cretenses.