1) La disciplina y los límites son fundamentales para que los niños se conviertan en personas sociables, autónomas y tolerantes. 2) Los padres deben establecer normas claras y razonables desde edades tempranas para dar seguridad a los niños y que aprendan a comportarse de forma responsable. 3) La colaboración entre la familia y la escuela es importante para mantener la continuidad educativa y apoyarse mutuamente en el desarrollo de los niños.