La lluvia ácida se produce cuando los óxidos de nitrógeno y azufre de las emisiones humanas se combinan con el vapor de agua en la atmósfera y luego se precipitan en la tierra, acidificando los suelos y el agua. Suecia fue el primer país en alertar sobre este problema en la década de 1970, señalando que las emisiones de Gran Bretaña estaban dañando los ecosistemas escandinavos. La lluvia ácida causa daños severos a los suelos, plantas, construcciones y ecosistem