Bolivia posee un significativo potencial en minería, representando el 62% de sus exportaciones en 2023, pero enfrenta desafíos complejos como la incertidumbre jurídica y carga tributaria elevada. El marco regulatorio para concesiones es complicado, tomando hasta cinco años para su autorización, lo que desincentiva la inversión. A pesar de las debilidades, el país podría convertirse en un jugador clave a nivel mundial si se brinda mayor seguridad a los inversores.