El documento aborda la preocupación de la Iglesia Bíblica Bautista sobre la infiltración de ideas y prácticas mundanas en el evangelio, destacando el pragmatismo, el ecumenismo, y el neo-evangelismo como amenazas a la sana doctrina. Se enfatiza la importancia de la separación de la iglesia del mundo y se critica el uso de la música contemporánea y el reggaetón en contextos religiosos, argumentando que desvirtúan el verdadero mensaje cristiano. Se citan versículos bíblicos que respaldan la argumentación de que la amistad con el mundo es enemistad contra Dios.