España actualmente se encuentra en la fase de transición demográfica, caracterizada por bajas tasas de natalidad y mortalidad. Antes de esta fase hubo un régimen demográfico antiguo y uno de crecimiento rápido de la población. La población española es de aproximadamente 44.7 millones de personas y está envejeciendo, aunque la llegada de inmigrantes ha ayudado a frenar esta tendencia.