















El documento compara aspectos de la vida moderna con la vida de los hombres prehistóricos, señalando que los prehistóricos vivían en cuevas y chozas, usaban herramientas de piedra, probablemente no tenían utensilios de cocina como vasos de cerámica, debían cazar, pescar y recolectar su propia comida para sobrevivir, y se desplazaban principalmente a pie.














