La Restauración Borbónica en España estableció una monarquía constitucional bajo el reinado de Alfonso XII y su hijo Alfonso XIII, con un sistema político diseñado por Antonio Cánovas del Castillo basado en el turno pacífico del poder entre los partidos Conservador y Liberal. Sin embargo, el sistema estuvo marcado por la corrupción electoral y el caciquismo para garantizar la alternancia en el poder de acuerdo con la voluntad del monarca.