El documento aborda el desafío de la escuela de integrar a todos los alumnos en la cultura de la lectura y escritura, enfatizando la necesidad de reconceptualizar la enseñanza a través de prácticas sociales. Se destacan las dificultades que enfrenta la institucionalización de estas prácticas, así como la tensión entre los propósitos escolares y la realidad del aprendizaje. Se sugiere que el trabajo por proyectos puede facilitar el compromiso de los estudiantes y su adquisición de estrategias para mejorar su escritura.