La lengua y la cultura están íntimamente relacionadas. La lengua es el sistema de comunicación más complejo creado por el ser humano y nos permite interpretar y comentar sobre otros aspectos culturales. Al ser un producto social, la lengua se adquiere de manera inconsciente y está en constante cambio para adaptarse a las necesidades cambiantes de la sociedad. La lengua organiza el mundo de manera particular para cada cultura y es un reflejo creativo y democrático de la sociedad.