La lesión renal aguda (AKI) es común en pacientes hospitalizados y puede ser causada por factores prerrenales, parenquimatosos o postrenales, de los cuales la prerrenal es la más frecuente. Su diagnóstico temprano es crucial para el tratamiento eficaz, que depende de la causa subyacente. La AKI presenta un aumento en los niveles de creatinina y urea, y puede resultar en complicaciones severas si no se aborda adecuadamente.