Los lípidos se clasifican en saponificables, que contienen ácidos grasos, e insaponificables, que no los tienen. Los lípidos saponificables se dividen en simples y complejos, siendo los acilglicéridos y los fosfolípidos ejemplos clave. Los lípidos insaponificables incluyen terpenos, esteroides y prostaglandinas, que cumplen diversas funciones biológicas significativas.