Madrid se posiciona como un centro financiero internacional destacado, ofreciendo ventajas competitivas tanto desde una perspectiva local como global, especialmente en áreas como tecnología y gestión administrativa. El análisis revela que la ciudad combina recursos humanos altamente calificados, infraestructura avanzada y un entorno regulador sólido, lo que potencia su capacidad de innovación y eficiencia. Además, Madrid se beneficia de una calidad de vida elevada y de ser un puente de acceso a mercados iberoamericanos.