Petróleo de Venezuela Siglo XX
En Venezuela las actividades petroleras comenzaron en la época prehispánica, época en la cual solo se utilizaba el petróleo para calafatear e impermeabilizar las
embarcaciones, pero su explotación se comenzó a realizar formalmente en la época colonial, y su explotación a gran escala comenzó en 1914 durante el gobierno del
general Juan Vicente Gómez. ​Fue desde entonces que la industria petrolera en Venezuela fue creciendo y se fortaleció hasta llegar al punto en que se nacionalizaron
todos los activos de las empresas petroleras en 1976.
La historia del siglo XX se relaciona estrechamente
con la historia del petróleo. A principios del siglo XX la
actividad económica del país radicaba en el sector
agrícola y principalmente en las exportaciones del
café, cuyo crecimiento se justificaba por una demanda
constante de los países europeos y el estadounidense.
El auge de las exportaciones petroleras transformó el
país rural en un país urbanizado; ello condujo a la
emergencia de un Estado con un poder central
instaurado, dependiente de los recursos otorgados por
Compañías trasnacionales que sacaban provecho de
las concesiones recibidas en el territorio venezolano.
Es aproximadamente a partir de 1922 cuando se
inicia el proceso de transformación económica del
país, por efecto de un factor dinámico que empezó
a cambiar la articulación plena de la sociedad
venezolana en el sistema capitalista mundial, este
factor dinámico fue el petróleo; ello se debe a que
fue en diciembre de 1922 cuando el potencial
petrolero del país resultó plenamente confirmado
con el reventón del pozo Barroso 2, en el Zulia, el
cual durante nueve días arrojó (de manera
incontrolada) unos 100.000 b/d; seis años
después, en 1928, Venezuela estaba produciendo
más de 290.000 b/d y exportando unos 275.000
b/d, con lo que el país se ubicó como el segundo
productor mundial de petróleo y el primer
exportador del valioso y apetecido recurso
energético.
A pesar del conocimiento de la existencia de petróleo
en Venezuela desde hacía siglos, este recurso cobró
real trascendencia con la llegada del siglo XX y los
primeros pozos de real importancia no se perforaron
sino hasta la década de 1910. El entonces
presidente Cipriano Castro aprobó un nuevo Código
de Minas para la Nación el 23 de enero de 1904,
estableciendo así un principio que marcaría
dramáticamente el curso de la industria petrolera
hasta su nacionalización durante el primer gobierno
del presidente Carlos Andrés Pérez, en 1976,
proyectándose de esta manera la creación de la
compañía nacional Petróleos de Venezuela Sociedad
Anónima (PDVSA) que se encargaría de dirigir la
producción del crudo venezolano.
Nacionalización de la Industria Petrolera
El petróleo ha participado en la vida venezolana como elemento más dinámico, determinante
y decisivo en la transformación política, económica y social de la nación.
Ésta pasó de ser un país de economía agrícola, rudimentaria y atrasada con escasos ingresos, a otro con
mentalidad minera y con una economía dependiente de la explotación del petróleo. De esta manera Venezuela
se convirtió en un país monoproductor y monoexportador de petróleo. Es así como se estableció la característica
de dependencia de este recurso que tiene la economía venezolana.
A partir de 1958, después del
derrocamiento del régimen
represivo de Marcos Pérez
Jiménez, al reestablecerse el
rumbo democrático, los
gobiernos que surgieron:
Rómulo Betancourt (1958), Raúl
Leoni (1963), Rafael Caldera
(1968), Carlos Andrés Pérez
(1973), en cumplimiento a
postulados nacionalistas de
propiedad, soberanía y
desarrollo, procuraron buscar
una mayor participación fiscal en
el negocio petrolero.
Se deseaba encontrar
mejores beneficios para el
país y ejercer un control más
efectivo sobre esta industria
vital para la economía
nacional. Ésta fue una de las
causas que llevó a buscar la
nacionalización del petróleo.
En el momento en que asciende
al poder Carlos Andrés Pérez
(1973) existía todo un conjunto
de condiciones favorables para
tomar las medidas de
nacionalización de la industria
petrolera. Pero no es sino hasta
el año 1975, cuando el ejecutivo
presentó al Congreso Nacional
el proyecto de ley de
nacionalización para el retorno
integral del negocio petrolero a
las manos del sector público.
Después de un largo debate, los
congresistas aprobaron el proyecto y el 29
de agosto de 1975 se convirtió en Ley
Orgánica, cuando el Presidente Carlos
Andrés Pérez puso el «ejecútese» a esta ley
conocida como Ley de Nacionalización del
Petróleo. Esta ley reserva al Estado
Venezolano la exploración, explotación,
manufactura, refinación, transporte y
comercio del petróleo, asfalto y todo tipo de
hidrocarburos. De esta manera el 31 de
diciembre de 1.975 quedaron extinguidas las
concesiones petroleras, anulado el derecho
de realizar actividades de la industria
petrolera a quienes se les había otorgado,
las compañías trasnacionales.
Nacionalización del petróleo el 1º de enero de 1976 en el pozo Zumaque nº 1 en el campo Mene Grande estado Zulia, donde comenzó la explotación
petrolera, el presidente Pérez proclamó ante el país la nacionalización de los hidrocarburos y entró en vigencia la ley. A partir de esta fecha, las
propiedades, plantas y equipos entre otros aspectos de las compañías concesionarias extranjeras pasaron a ser pertenencias del Estado.
Apertura
Petrolera
La Apertura petrolera, dentro de la
dinámica política y económica en la
cual se inicio y posteriormente se ha
desarrollado, la entendemos como el
proceso de desnacionalización de las
operaciones de exploración,
perforación, producción, refinación y
comercialización de las inmensas
reservas de hidrocarburos que posee
Venezuela.
La llamada “Apertura Petrolera”, precisamente el
marco dentro del cual se definió el proyecto de
investigación que respalda este artículo, preveía
una inversión extranjera estimada en más de
setenta mil millones de US $ en diez años, 1996-
2006, destinados a expandir la capacidad nacional
de producción de hidrocarburos. Y fue concebida y
vendida en su momento al sector político y al país
como el eje de un paquete de política económica y
de Estado, como panacea a los males
consecuencia de la volatilidad de los precios e
ingresos petroleros. Para que el país pudiera
responder eficientemente a los frecuentes cambios
en la demanda y precios del petróleo y la
consecuente inestabilidad del ingreso nacional.
El argumento de base era aprovechar la
doble condición, por una parte, de
proveedor cercano y confiable de los
Estados Unidos, el mayor mercado
energético del mundo, y por la otra, de
poseedor de las mayores reservas de
hidrocarburos del hemisferio. Por lo
tanto, se postuló la necesidad de jugar
en el mercado con volúmenes y no con
precios, con la expectativa de debilitar la
posición de otros proveedores menos
eficientes y ganar los espacios de
mercado perdidos por la sujeción a la
política de control de volúmenes y
precios altos de la OPEP.
En cuanto al impacto de la Apertura Petrolera en el
desarrollo de la economía no petrolera, más allá de
garantizar un ingreso estable, la idea que se promovió
desde PDVSA, y que “compró” casi todo el
establecimiento político de la época, fue la de un
llamado “efecto locomotora”. Según el cual, las
cuantiosas inversiones necesarias para llevar la
capacidad de producción a cerca de ocho millones de
barriles equivalentes de petróleo diario, no sólo
estabilizarían el ingreso del Estado y el crecimiento
económico, sino que ejercerían un impacto positivo en
el crecimiento de la estructura industrial y
manufacturera durante un período de al menos veinte
años.
PDVSA define el término de apertura petrolera
bajo los siguientes lineamiento:
Expandir la base de recursos de hidrocarburos
mediante una exploración selectiva, con esfuerzo propio
y de terceros.
Optimizar la producción de las áreas
tradicionales mediante la aplicación del conocimiento
y uso de la tecnología.
Crecer apalancada con terceros.
Desarrollar la Faja Petrolífera del Orinoco a
través de asociaciones estratégicas y del negocio
del combustible Orimulsión®.
Maximizar la oferta de
gas. Contribuir con el desarrollo
nacional. Armonizar sus operaciones con
el ambiente y
las comunidades.

mapas.pptx

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    Petróleo de VenezuelaSiglo XX En Venezuela las actividades petroleras comenzaron en la época prehispánica, época en la cual solo se utilizaba el petróleo para calafatear e impermeabilizar las embarcaciones, pero su explotación se comenzó a realizar formalmente en la época colonial, y su explotación a gran escala comenzó en 1914 durante el gobierno del general Juan Vicente Gómez. ​Fue desde entonces que la industria petrolera en Venezuela fue creciendo y se fortaleció hasta llegar al punto en que se nacionalizaron todos los activos de las empresas petroleras en 1976. La historia del siglo XX se relaciona estrechamente con la historia del petróleo. A principios del siglo XX la actividad económica del país radicaba en el sector agrícola y principalmente en las exportaciones del café, cuyo crecimiento se justificaba por una demanda constante de los países europeos y el estadounidense. El auge de las exportaciones petroleras transformó el país rural en un país urbanizado; ello condujo a la emergencia de un Estado con un poder central instaurado, dependiente de los recursos otorgados por Compañías trasnacionales que sacaban provecho de las concesiones recibidas en el territorio venezolano. Es aproximadamente a partir de 1922 cuando se inicia el proceso de transformación económica del país, por efecto de un factor dinámico que empezó a cambiar la articulación plena de la sociedad venezolana en el sistema capitalista mundial, este factor dinámico fue el petróleo; ello se debe a que fue en diciembre de 1922 cuando el potencial petrolero del país resultó plenamente confirmado con el reventón del pozo Barroso 2, en el Zulia, el cual durante nueve días arrojó (de manera incontrolada) unos 100.000 b/d; seis años después, en 1928, Venezuela estaba produciendo más de 290.000 b/d y exportando unos 275.000 b/d, con lo que el país se ubicó como el segundo productor mundial de petróleo y el primer exportador del valioso y apetecido recurso energético. A pesar del conocimiento de la existencia de petróleo en Venezuela desde hacía siglos, este recurso cobró real trascendencia con la llegada del siglo XX y los primeros pozos de real importancia no se perforaron sino hasta la década de 1910. El entonces presidente Cipriano Castro aprobó un nuevo Código de Minas para la Nación el 23 de enero de 1904, estableciendo así un principio que marcaría dramáticamente el curso de la industria petrolera hasta su nacionalización durante el primer gobierno del presidente Carlos Andrés Pérez, en 1976, proyectándose de esta manera la creación de la compañía nacional Petróleos de Venezuela Sociedad Anónima (PDVSA) que se encargaría de dirigir la producción del crudo venezolano.
  • 3.
    Nacionalización de laIndustria Petrolera El petróleo ha participado en la vida venezolana como elemento más dinámico, determinante y decisivo en la transformación política, económica y social de la nación. Ésta pasó de ser un país de economía agrícola, rudimentaria y atrasada con escasos ingresos, a otro con mentalidad minera y con una economía dependiente de la explotación del petróleo. De esta manera Venezuela se convirtió en un país monoproductor y monoexportador de petróleo. Es así como se estableció la característica de dependencia de este recurso que tiene la economía venezolana. A partir de 1958, después del derrocamiento del régimen represivo de Marcos Pérez Jiménez, al reestablecerse el rumbo democrático, los gobiernos que surgieron: Rómulo Betancourt (1958), Raúl Leoni (1963), Rafael Caldera (1968), Carlos Andrés Pérez (1973), en cumplimiento a postulados nacionalistas de propiedad, soberanía y desarrollo, procuraron buscar una mayor participación fiscal en el negocio petrolero. Se deseaba encontrar mejores beneficios para el país y ejercer un control más efectivo sobre esta industria vital para la economía nacional. Ésta fue una de las causas que llevó a buscar la nacionalización del petróleo. En el momento en que asciende al poder Carlos Andrés Pérez (1973) existía todo un conjunto de condiciones favorables para tomar las medidas de nacionalización de la industria petrolera. Pero no es sino hasta el año 1975, cuando el ejecutivo presentó al Congreso Nacional el proyecto de ley de nacionalización para el retorno integral del negocio petrolero a las manos del sector público. Después de un largo debate, los congresistas aprobaron el proyecto y el 29 de agosto de 1975 se convirtió en Ley Orgánica, cuando el Presidente Carlos Andrés Pérez puso el «ejecútese» a esta ley conocida como Ley de Nacionalización del Petróleo. Esta ley reserva al Estado Venezolano la exploración, explotación, manufactura, refinación, transporte y comercio del petróleo, asfalto y todo tipo de hidrocarburos. De esta manera el 31 de diciembre de 1.975 quedaron extinguidas las concesiones petroleras, anulado el derecho de realizar actividades de la industria petrolera a quienes se les había otorgado, las compañías trasnacionales. Nacionalización del petróleo el 1º de enero de 1976 en el pozo Zumaque nº 1 en el campo Mene Grande estado Zulia, donde comenzó la explotación petrolera, el presidente Pérez proclamó ante el país la nacionalización de los hidrocarburos y entró en vigencia la ley. A partir de esta fecha, las propiedades, plantas y equipos entre otros aspectos de las compañías concesionarias extranjeras pasaron a ser pertenencias del Estado.
  • 4.
    Apertura Petrolera La Apertura petrolera,dentro de la dinámica política y económica en la cual se inicio y posteriormente se ha desarrollado, la entendemos como el proceso de desnacionalización de las operaciones de exploración, perforación, producción, refinación y comercialización de las inmensas reservas de hidrocarburos que posee Venezuela. La llamada “Apertura Petrolera”, precisamente el marco dentro del cual se definió el proyecto de investigación que respalda este artículo, preveía una inversión extranjera estimada en más de setenta mil millones de US $ en diez años, 1996- 2006, destinados a expandir la capacidad nacional de producción de hidrocarburos. Y fue concebida y vendida en su momento al sector político y al país como el eje de un paquete de política económica y de Estado, como panacea a los males consecuencia de la volatilidad de los precios e ingresos petroleros. Para que el país pudiera responder eficientemente a los frecuentes cambios en la demanda y precios del petróleo y la consecuente inestabilidad del ingreso nacional. El argumento de base era aprovechar la doble condición, por una parte, de proveedor cercano y confiable de los Estados Unidos, el mayor mercado energético del mundo, y por la otra, de poseedor de las mayores reservas de hidrocarburos del hemisferio. Por lo tanto, se postuló la necesidad de jugar en el mercado con volúmenes y no con precios, con la expectativa de debilitar la posición de otros proveedores menos eficientes y ganar los espacios de mercado perdidos por la sujeción a la política de control de volúmenes y precios altos de la OPEP. En cuanto al impacto de la Apertura Petrolera en el desarrollo de la economía no petrolera, más allá de garantizar un ingreso estable, la idea que se promovió desde PDVSA, y que “compró” casi todo el establecimiento político de la época, fue la de un llamado “efecto locomotora”. Según el cual, las cuantiosas inversiones necesarias para llevar la capacidad de producción a cerca de ocho millones de barriles equivalentes de petróleo diario, no sólo estabilizarían el ingreso del Estado y el crecimiento económico, sino que ejercerían un impacto positivo en el crecimiento de la estructura industrial y manufacturera durante un período de al menos veinte años. PDVSA define el término de apertura petrolera bajo los siguientes lineamiento: Expandir la base de recursos de hidrocarburos mediante una exploración selectiva, con esfuerzo propio y de terceros. Optimizar la producción de las áreas tradicionales mediante la aplicación del conocimiento y uso de la tecnología. Crecer apalancada con terceros. Desarrollar la Faja Petrolífera del Orinoco a través de asociaciones estratégicas y del negocio del combustible Orimulsión®. Maximizar la oferta de gas. Contribuir con el desarrollo nacional. Armonizar sus operaciones con el ambiente y las comunidades.