La tolerancia se define como la capacidad de aceptar ideas, creencias o prácticas diferentes a las propias. Implica respetar lo que es diferente y escuchar a los demás aunque no se esté de acuerdo. Solo es posible ser tolerante frente a aquello que se puede intentar impedir pero que se acepta por respeto a la libertad y las diferencias individuales. La educación se considera un medio para fomentar la comprensión y aceptación de comportamientos diferentes.