El nervio glosofaríngeo controla las glándulas salivales, transmite señales sensoriales de la lengua y faringe, y regula algunos movimientos de la faringe y el paladar. Es un nervio mixto sensitivo y motor que emerge del bulbo raquídeo y pasa por el agujero rasgado posterior para inervar la lengua, faringe y glándula parótida.