El documento expresa una fuerte oposición a la revocatoria de Susana Villarán, argumentando que es un desperdicio de recursos y que beneficia a políticos corruptos. Se critica la ineficacia de las autoridades anteriores y se destaca la necesidad de obras sostenibles como el metro, a la vez que se denuncia la corrupción en la gestión pública. Además, se señala que las revocatorias representan un gasto innecesario y perjudicial para el bienestar de la ciudadanía.