La obesidad es una epidemia multifactorial que afecta a un 36.5% de adultos y 17% de niños y adolescentes en EE.UU., considerada una crisis de salud pública. Su diagnóstico y tratamiento dependen de factores como la genética, el ambiente y las comorbilidades asociadas, y la farmacoterapia puede ser utilizada en combinación con enfoques dietéticos y de actividad física. Los agentes antibeso y su elección se basan en características individuales de los pacientes y sus condiciones médicas subyacentes.