La arquitectura orientada a servicios (SOA) permite integrar los procesos de negocio con las tecnologías de información de una manera flexible y ágil. SOA define las aplicaciones en términos de servicios que pueden ser reutilizados e integrados fácilmente. La adopción de SOA requiere cuatro fases que van desde la evaluación de la situación actual hasta la implementación y obtención de beneficios como mejorar la toma de decisiones al contar con información actualizada sobre todos los procesos.