El documento examina las similitudes y diferencias entre organizaciones tradicionales y modernas, destacando aspectos como la estructura jerárquica y la responsabilidad en el trabajo. Las organizaciones modernas se centran más en procesos y en un enfoque administrativo interno, mientras que las tradicionales se dirigen a funciones y decisiones externas. Ambas buscan efectividad en la obtención de resultados, pero con diferentes enfoques en la colaboración y en la toma de decisiones.