Las iglesias paleocristianas y bizantinas se caracterizaron por su interioridad profundamente decorada, que buscaba desmaterializar los muros y crear un espacio espiritualizado. Utilizaron plantas centralizadas tomadas del Panteón y longitudinales de las basílicas. La arquitectura bizantina desarrolló complejos sistemas de bóvedas y cúpulas aligeradas que creaban grandes espacios interiores iluminados. Decoraron luxuosamente los interiores con mosaicos y mármoles, en contraste con las fach