La glándula tiroides, compuesta por dos lóbulos, produce hormonas como la tiroxina (T4) y triyodotironina (T3), que regulan el metabolismo. El hipertiroidismo se manifiesta a través de una serie de síntomas incluyendo taquicardia y pérdida de peso, mientras que el hipotiroidismo, que puede ser congénito o autoinmune, se caracteriza por una disminución en la producción hormonal. Las enfermedades autoinmunes como la tiroiditis de Hashimoto y la enfermedad de Graves son causas comunes de disfunción tiroidea, afectando la salud a diversos niveles.