La mayoría de los quistes y tumores benignos de ovario no producen síntomas. Pueden detectarse mediante examen pélvico o ecografía. Los quistes funcionales desaparecen espontáneamente en su mayoría, mientras que otros requieren cirugía para extirparlos. Los tumores benignos más comunes incluyen cistoadenomas, teratomas quísticos maduros y endosalpingiosis.