Este documento discute la posibilidad de una teoría unificada que explique la realidad desde diferentes perspectivas como la ciencia, la filosofía y la teología. Plantea preguntas fundamentales sobre el origen y sentido del universo, y discute si la creación del mundo y la evolución son compatibles si se considera a Dios como principio absoluto. Finalmente argumenta que para hablar de Dios se debe hacerlo con cuidado y humildad dado el peso de significados que ha adquirido este concepto a lo largo de la historia.