Entre junio y diciembre de 2010, la conflictividad social en Bolivia se caracterizó por una predominancia urbana del 70% y conflictos económicos que representaron el 36% de los casos analizados. Los sectores demandantes incluyeron comunidades urbanas y rurales, además de áreas de educación y salud en movilización constante, mientras que el gobierno fue el principal demandado. Los desenlaces de los conflictos mostraron un 22% de acuerdos totales y un 9% de acuerdos parciales.