El principio de exclusión de Pauli establece que no pueden haber dos fermiones (como protones, neutrones y electrones) con los mismos números cuánticos. Esto significa que los electrones tienen que ocupar sucesivas capas electrónicas en los átomos, dando lugar a su configuración electrónica. El principio también es responsable de la estabilidad de la materia al impedir que las moléculas se aproximen demasiado entre sí.