Capítulo I
Qué es la calidad
educativa y su finalidad
 
ABSTRACT
El término “calidad educativa” es reconocido como un constructo de naturaleza
multifactorial. Siendo este supuesto un consenso internacional, el término es
considerado un indicador de la integración, interrelación y el funcionamiento de
diversos componentes que garantizan el cumplimiento de la finalidad de la
educación. Esta finalidad es el logro de objetivos de aprendizaje y la formación
de ciudadanos. Los componentes son: el correcto diseño de planes y
programas de estudio, la exigencia y profesionalización de los procesos de
enseñanza, el empleo de buenos recursos didácticos, la presencia de un
ambiente e infraestructura que promueva el aprendizaje y la formación de
profesionales e investigadores, la promoción de programas que involucren a los
distintos actores (estudiantes–familia-comunidad, y personal académico y
administrativo), la validez oficial y también una atinada gestión educativa.
PALABRAS CLAVE
Calidad educativa, estándares definidores de calidad, sistema escolar eficaz,
complejidad.
 
CALIDAD EDUCATIVA: DEFINICIONES Y PERSPECTIVAS TEÓRICAS
De acuerdo con Barreda y Aguado,1
el término Calidad se instala en las
agendas de las políticas educativas de todos los países en la década de 1990.
Éste es referido, con insistencia, desde la Declaración Mundial sobre Educación
para Todos: La Satisfacción de las Necesidades Básicas de Aprendizaje,
celebrada en Jomtien, Tailandia en el año 1990 (y enriquecida en el año 2011).
Aunque efectivamente el término calidad es amplio, complejo, polisémico
y subjetivo, de manera general, se asocia y se asume con las propiedades o
conjunto de propiedades y condiciones, inherentes a algo, que permiten
juzgar su valor.2
En tanto que la Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económico (de ahora en adelante, OCDE) define el término como un
atributo o esencia definidora, un grado de excelencia o valor relativo, lo asocia
con lo bueno o excelente, con un rasgo o juicio no cuantificado.3
Efectivamente, se puede considerar que la calidad es un término que
trae consigo los estándares “definidores” que debe cumplir “algo” y cuya
presencia, ausencia o maneras de funcionar, permitirían emitir un juicio de
valor sobre ese algo.
El conocimiento de los estándares definidores arrojarían criterios
evaluativos del tipo: esto es bueno o malo, eficiente o no eficiente, eficaz o no
eficaz, funcional o no, de alta calidad o de baja calidad.
Cuando la calidad se refiere a la educación, los estándares definidores
están centrados en aquellos elementos que permiten alcanzar o dar sentido a
las razones que justifican la existencia de los sistemas educativos, éstas son
que los estudiantes aprendan significativamente lo que el programa estipula
deben aprender, y que de ello se derive la formación de ciudadanos cultos y
responsables, y en el caso de la educación superior, la formación de
profesionales, tecnólogos y científicos, con las competencias que les permitan
el desarrollo de una mejor calidad de vida para sí mismos y para sus
	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  
1
	
  Barreda, María Elena, y Aguado, Gloria, “La evaluación integral de programas y procesos: un camino hacia la calidad”,
pp. 209-215.
2
	
  Real Academia Española, vigésima segunda edición.	
  
3
	
  Mortimer, J., The Use of Performance Indicators, OCDE, p. 34.	
  
 
respectivas regiones. Como bien expresa Palma,4
un ciudadano del mundo
preparado para enfrentar y solucionar problemas de carácter universal.
La emergencia del concepto “calidad educativa”, de acuerdo con Palma,5
se debe a las condiciones de la sociedad actual cuya complejidad tecnológica,
científica, cultural, política, económica y financiera, ubica a los ciudadanos en
un contexto confuso e incierto y bastante excluyente de las personas que no
cuentan con las competencias que demandan estas condiciones. Como bien se
afirma en la Declaración de Jomtien (1990), en la actualidad para un ciudadano
ya no es suficiente saber leer y escribir, se requiere, además, una alfabetización
tecnológica imprescindible para la inserción en el mundo laboral y lograr el
sustento propio.
Frente a estas exigencias actuales, Palma6
considera que, en general,
los sistemas educativos son insuficientes para la formación de ciudadanos con
estas características. Más bien dificultan el alcance de un mínimo de éxito en el
contexto internacional actual y la posibilidad de competir en los nuevos
escenarios en el que interactúan dinámicamente los mercados internacionales
de los países más aventajados.
Esta situación alerta sobre la necesidad de centrar la atención en la
calidad educativa, lo cual ha dado lugar, en el ámbito internacional, a un
creciente interés por definir y consensuar su significado, establecer
procedimientos para su evaluación y garantizar la mejora continua de ésta. Este
capítulo se centra en las reflexiones acerca de la definición de calidad
educativa, y en capítulos posteriores se abordan los otros aspectos.
Las distintas dilucidaciones que existen sobre calidad educativa
muestran la “esencia definidora” o “los atributos esenciales” de lo que la
constituyen. Entre todas ellas, se encuentran definiciones con un enfoque
funcionalista y otras con uno más humanista. Las primeras se centran en todas
las condiciones que permiten formar a un ser competente, vinculadas las
	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  
4
	
  Palma, G. Elvira, “Percepción y valoración de la calidad educativa de alumnos y padres en 14 centros escolares de la
región metropolitana de Santiago de Chile”. Revista Electrónica Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en
Educación, vol. 6, núm. 1, 2008. 	
  
5
	
  Idem.	
  
6
	
  Idem.	
  
 
competencias con las demandas de la sociedad moderna y del mercado. Las
segundas toman en cuenta, más bien, aquellas condiciones que forman a un
ser crítico, adaptado a su realidad comunitaria y región en la que se encuentre.
Para la primera acepción se cuenta con las siguientes definiciones:
Calidad educativa se refiere a aquellas instituciones que promueven
el progreso de los estudiantes en una amplia gama de logros
intelectuales, sociales, morales y emocionales, teniendo en cuenta su
nivel socioeconómico, su medio familiar y su aprendizaje previo. Un
sistema escolar eficaz es aquel que maximiza la capacidad de las
escuelas para alcanzar esos resultados. Lo que supone adoptar la
noción de valor añadido en la eficacia escolar.7
Frigerio y Poggi ven la calidad de la educación como “la integración
dinámica de la organización institucional, de los recursos humanos y fiscales,
del programa curricular y la didáctica, de los procesos educativos y sus
resultados en términos de aprendizaje”.8
Siguiendo a Marchessi y Martín:9
[…] un centro educativo de calidad es aquel que potencia las
capacidades cognitivas, sociales, afectivas, estéticas y morales de los
alumnos, contribuye a la participación y a la satisfacción de la
comunidad educativa, promueve el desarrollo profesional de los
docentes e influye con su oferta educativa en su entorno social. Un
centro educativo de calidad tiene en cuenta las características de sus
alumnos y de su medio social. Un sistema educativo de calidad
favorece el funcionamiento de este tipo de centros y apoya
especialmente a aquellos que escolarizan a alumnos con
necesidades educativas especiales o están situados en zona social o
culturalmente desfavorecidas.
	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  
7
	
  Mortimer, J., The Use of Performance Indicators, OCDE.	
  
8
	
  Frigerio, G., Poggi, M., et al., Las instituciones educativas. Cara y ceca, p. 11.	
  
9
	
  Marchessi, Álvaro y Martín, Elena, Calidad de la enseñanza. Calidad de la enseñanza en tiempos de cambio, p 33.	
  
 
Las definiciones de corte más humanista las plantea Rodríguez Arocho,
quien define la calidad educativa de la siguiente manera:
Desde un paradigma de la complejidad, la calidad educativa es
entendida de forma multidimensional y contextual. Más allá de los
índices de matrícula, retención y aprovechamiento académico (éstos
últimos la mayor parte de las veces determinados a partir de
indicadores primordialmente cognitivos), debe entenderse el carácter
multideterminado y dinámico de la calidad. El Global Monitoring
Report (2005) menciona cuatro dimensiones básicas implicadas en la
calidad. Estas remiten a las características de los aprendices (entre
las que menciona condiciones de salud y motivación), los procesos
educativos (entre los que menciona la formación y competencia de
los educadores y la didáctica), los contenidos (en referencia al
currículo) y los sistemas mismos (en referencia a la asignación
equitativa de recursos y a las prácticas de administración de éstos).
La forma en que estas dimensiones interactúan con dinámicas
económicas, sociales, políticas y culturales más amplias también
debe formar parte de la ecuación mediante la que se pondera la
calidad educativa.10
Lena Abadía considera que las instituciones educativas de calidad:
No sólo se sitúan en la mayor o menor capacidad de los estudiantes, de los
docentes y de los investigadores para desempeñar sus tareas, sino
también, en el flujo suficiente de recursos con que se nutran, con la
infraestructura que requiere ser progresivamente más adecuada y
ampliada, con el acceso de la población (...) y de quien lo requiera, a la
información a través de bibliotecas y sistemas electrónicos, con laboratorios
y salones confortables y con instalaciones deportivas que cumplan con la
vieja y sabia recomendación helénica de educar al cuerpo y al espíritu.11
	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  
10
	
  Rodríguez A. Wanda, “El concepto de calidad educativa. Una mirada crítica desde el enfoque histórico cultural”, p. 20.	
  
11
	
   Lena Abadía, José, “La calidad educativa. Un tema controvertido”, p. 7. Disponible en
http://redalyc.uaemex.mx/pdf/340/34005002.pdf	
  
 
Al respecto insiste en que la calidad se verifica en los recursos aplicados
para que los estudiantes y académicos tengan la opción de realizar estudios en
otras instituciones educativas, establecer redes de colaboración y que posean
una flexibilidad curricular que no sea solamente interna sino universal.
Clement Giné (citado por Arocho, 2007) plantea que una educación de
calidad se caracteriza por ser accesible a todos los ciudadanos, facilitar los
recursos personales, organizativos y materiales, ajustados a las necesidades de
cada estudiante, para que todos puedan tener las oportunidades que
promoverán lo más posible su progreso académico y personal. Las instituciones
de calidad aplican e invierten en recursos para que los estudiantes tengan la
posibilidad de tener acceso a una formación académica del más alto nivel.
Chapman y Adams12
plantean que la calidad de la educación puede
referirse a la cantidad de insumos (inputs) o recursos que posee la institución
(como número de maestros, cantidad de maestros altamente capacitados,
número de libros de textos), por la cantidad y variedad de esquemas
instruccionales directos o promotores del aprendizaje activo. También por las
salidas (outputs), como calificaciones, índices de graduación y por los
resultados (outcomes) que se perciben en el desempeño o el impacto de la
formación en áreas externas a la institución educativa, por ejemplo, en el sector
profesional. Para ellos, la calidad también implica el alcance o el logro de las
metas y los objetivos específicos. Otras concepciones consideran que la calidad
está basada en la reputación de los programas y de la institución, en el sentido
de cómo la escuela influye en los cambios que los estudiantes tienen en sus
esquemas conceptuales, actitudinales, de valores y comportamientos, o en la
adquisición y la aplicación deliberada de una teoría o ideología específica.
En estas definiciones se asume la relatividad del concepto o su
dependencia contextual, ideológica y política. Ante esto, los autores referidos
afirman que debido a que los sistemas educativos crecen o dependen de las
regiones en las cuales están insertos, y los líderes o directivos involucrados
	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  	
  
12
Chapman, David and Adams, Don, The quality in education. Dimensions and strategies. Education and National
Development in Asia: Trends, Issues, Policies, and Strategies. Manila. Edited by Mark Bray, the series accompanies the
publication ADB, 2002.
 
cambian de decisiones, el potencial para las contrariedades, desacuerdos, y
conflictos generados alrededor del significado de calidad se incrementan. Tener
un acuerdo entre padres, profesores, administradores y estudiantes con
respecto de los componentes de la calidad, o a cómo deben ser medidos, cómo
iniciarlos y sostener su funcionalidad, es inverosímil. Sin embargo, reconocen
que muchas dimensiones pueden ser identificadas y dirigidas conscientemente
con éxito.
Se puede observar que la calidad educativa se asocia con criterios no
sólo descriptivos, sino también normativos. Éstos se convierten en un motor
impulsor de lo que una institución educativa debe contener y fomentar para
lograr su finalidad, la cual en general está contenida en la misión y visión
institucional.
Las definiciones expuestas, muestran el conjunto de rasgos definidores
de la calidad educativa. Es importante asumir su complejidad y dependencia
contextual y socio-histórica. Se puede observar cómo autores de corte más
humanista, rechazan la estandarización de las instituciones educativas
solamente orientadas a la formación de sujetos competentes y con las
habilidades que demanda el mundo laboral. De manera contraria a ello,
enfatizan sobre la formación de sujetos críticos, innovadores, reflexivos y
democráticos.
De cualquier manera, en ambas concepciones, las dimensiones que
hacen a una institución educativa de calidad son esencialmente las que se
representan en los siguientes esquemas:
 
Calidad	
  
Educa*va	
  
Aspectos	
  
pedagógicos	
  
sustentados	
  en	
  
una	
  formación	
  
rigurosa	
  y	
  
humanista	
  	
  
Infraestructura	
  
Competencia	
  de	
  
los	
  recursos	
  
humanos	
  
Dirección	
  y	
  
gesCón	
  
administraCva	
  
Integración	
  de	
  la	
  
comunidad	
  o	
  de	
  
los	
  actores	
  
involucrados	
  
Formación	
  
conCnua	
  de	
  
docentes	
  
Apertura	
  
insCtucional,	
  
presencia	
  de	
  
redes	
  de	
  
colaboración	
  
Fomento	
  a	
  la	
  
invesCgación	
  y	
  
acceso	
  a	
  
recursos	
  para	
  la	
  
innovación	
  
Una	
  insCtución	
  de	
  calidad	
  	
  es	
  
aquella	
  que:	
  
Promueve	
  el	
  progreso	
  de	
  los	
  estudiantes	
  en	
  
una	
  amplia	
  	
  gama:	
  intelectual,	
  social,	
  	
  
moral	
  y	
  emocional.	
  
Es	
  un	
  sistema	
  que	
  maximiza	
  la	
  capacidad	
  
escolar.	
  
No	
  está	
  asociada	
  sólo	
  a	
  términos	
  
cuanCtaCvos	
  sino	
  también	
  	
  con	
  el	
  
funcionamiento	
  colecCvo,	
  la	
  parCcipación	
  de	
  
la	
  comunidad,	
  	
  el	
  desarrollo	
  profesional.	
  
La	
  gesCón	
  direcCva	
  se	
  convierte	
  en	
  	
  
un	
  factor	
  clave.	
  
Promueve	
  la	
  acción	
  colecCva	
  colegiada.	
  
Cuya	
  formación	
  	
  posee	
  implicaciones	
  	
  de	
  
impacto	
  en	
  el	
  ámbito	
  laboral,	
  profesional	
  	
  y	
  
social.	
  	
  
Figura 1.
Figura 2.
Luego de la síntesis presentada acerca de la definición del término
calidad educativa, en la Red de Universidades se asumirá la siguiente
 
definición: concepto multidimensional que consiste en la conjunción de las
condiciones educativas necesarias para el logro de las competencias
(conocimientos, habilidades, actitudes y valores), necesarias para el desarrollo
humano y social de los estudiantes, así como para su integración eficaz al
mercado laboral.
Por último, en el análisis de las evaluaciones a instituciones educativas
del continente asiático y latinoamericano, realizadas por organismos como la
OCDE, Programme for International Student Assessment (PISA), el Examen de
Calidad y Logros Educativos del Instituto Nacional para la Evaluación Educativa
(EXCALE) y la Evaluación Nacional del Logro Académico en Centros Escolares
(ENLACE) y sistemas de evaluación regionales, se encuentran algunos
indicadores relativos a una baja calidad de instituciones educativas. Entre ellos,
los siguientes:
1. Personal docente insuficientemente capacitado en el contenido que
trasmiten. Bajos niveles de pericia en el dominio que imparten.
2. Estatus predominante de enseñanza tradicional, fundamentalmente
expositiva y memorística.
3. Amplio contenido de instrucción con tiempos insuficientes para su
enseñanza.
4. Acceso a fuentes de información limitadas e insuficientes (ausencia de
bibliotecas y de medios electrónicos).
5. Poca capacidad de equipo técnico.
6. Inadecuados procesos de evaluación del aprendizaje.
7. Pobre infraestructura física.
8. Inadecuada distribución de materiales.
9. Escuelas fantasmas que sólo existen en el papel.
10.Gran cantidad de estudiantes por profesor.
11.Bajos salarios y programas de compensación limitados.
12.Inadecuada cantidad de libros de textos de calidad.
13.Ausencia de iniciativas innovadoras para mejora continua.
14.Énfasis excesivo en los exámenes.
 
15.Currículum y métodos de enseñanza inapropiados.
16.Consideración de la gestión de recursos como un “gasto” y no como
inversión.
17.Gestión directiva poco involucrada en la formación, centrada en el valor
empresarial o político de la institución, ejecutora de prácticas
inequitativas y corruptas.
18.Presencia de estudiantes con serias deficiencias en habilidades básicas
como la lectura, escritura y las matemáticas. Alto porcentaje de
estudiantes que no aprenden los contenidos mínimos para desarrollar
sus capacidades.
Todos ellos son criterios que permiten proporcionar el siguiente juicio de
valor con respecto a las instituciones de que se traten: posee una baja e
insuficiente calidad educativa.
A lo largo del capítulo se puede observar la complejidad del término y su
naturaleza multifactorial. También su carácter sistémico, es decir, la confluencia
de diversos componentes que en un armónico funcionamiento parecen
demostrar el alcance del propósito de la misión educativa y los criterios que
permiten dar un juicio sobre las instituciones.
Referencia:
Aliat	
  Universidades	
  (2012)	
  Calidad	
  educativa.	
  México:	
  Aliat	
  Universidades.	
  Capítulo	
  uno.	
  	
  

Que es la calidad educativa

  • 1.
      Capítulo I Qué esla calidad educativa y su finalidad
  • 2.
      ABSTRACT El término “calidadeducativa” es reconocido como un constructo de naturaleza multifactorial. Siendo este supuesto un consenso internacional, el término es considerado un indicador de la integración, interrelación y el funcionamiento de diversos componentes que garantizan el cumplimiento de la finalidad de la educación. Esta finalidad es el logro de objetivos de aprendizaje y la formación de ciudadanos. Los componentes son: el correcto diseño de planes y programas de estudio, la exigencia y profesionalización de los procesos de enseñanza, el empleo de buenos recursos didácticos, la presencia de un ambiente e infraestructura que promueva el aprendizaje y la formación de profesionales e investigadores, la promoción de programas que involucren a los distintos actores (estudiantes–familia-comunidad, y personal académico y administrativo), la validez oficial y también una atinada gestión educativa. PALABRAS CLAVE Calidad educativa, estándares definidores de calidad, sistema escolar eficaz, complejidad.
  • 3.
      CALIDAD EDUCATIVA: DEFINICIONESY PERSPECTIVAS TEÓRICAS De acuerdo con Barreda y Aguado,1 el término Calidad se instala en las agendas de las políticas educativas de todos los países en la década de 1990. Éste es referido, con insistencia, desde la Declaración Mundial sobre Educación para Todos: La Satisfacción de las Necesidades Básicas de Aprendizaje, celebrada en Jomtien, Tailandia en el año 1990 (y enriquecida en el año 2011). Aunque efectivamente el término calidad es amplio, complejo, polisémico y subjetivo, de manera general, se asocia y se asume con las propiedades o conjunto de propiedades y condiciones, inherentes a algo, que permiten juzgar su valor.2 En tanto que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (de ahora en adelante, OCDE) define el término como un atributo o esencia definidora, un grado de excelencia o valor relativo, lo asocia con lo bueno o excelente, con un rasgo o juicio no cuantificado.3 Efectivamente, se puede considerar que la calidad es un término que trae consigo los estándares “definidores” que debe cumplir “algo” y cuya presencia, ausencia o maneras de funcionar, permitirían emitir un juicio de valor sobre ese algo. El conocimiento de los estándares definidores arrojarían criterios evaluativos del tipo: esto es bueno o malo, eficiente o no eficiente, eficaz o no eficaz, funcional o no, de alta calidad o de baja calidad. Cuando la calidad se refiere a la educación, los estándares definidores están centrados en aquellos elementos que permiten alcanzar o dar sentido a las razones que justifican la existencia de los sistemas educativos, éstas son que los estudiantes aprendan significativamente lo que el programa estipula deben aprender, y que de ello se derive la formación de ciudadanos cultos y responsables, y en el caso de la educación superior, la formación de profesionales, tecnólogos y científicos, con las competencias que les permitan el desarrollo de una mejor calidad de vida para sí mismos y para sus                                                                                                                           1  Barreda, María Elena, y Aguado, Gloria, “La evaluación integral de programas y procesos: un camino hacia la calidad”, pp. 209-215. 2  Real Academia Española, vigésima segunda edición.   3  Mortimer, J., The Use of Performance Indicators, OCDE, p. 34.  
  • 4.
      respectivas regiones. Comobien expresa Palma,4 un ciudadano del mundo preparado para enfrentar y solucionar problemas de carácter universal. La emergencia del concepto “calidad educativa”, de acuerdo con Palma,5 se debe a las condiciones de la sociedad actual cuya complejidad tecnológica, científica, cultural, política, económica y financiera, ubica a los ciudadanos en un contexto confuso e incierto y bastante excluyente de las personas que no cuentan con las competencias que demandan estas condiciones. Como bien se afirma en la Declaración de Jomtien (1990), en la actualidad para un ciudadano ya no es suficiente saber leer y escribir, se requiere, además, una alfabetización tecnológica imprescindible para la inserción en el mundo laboral y lograr el sustento propio. Frente a estas exigencias actuales, Palma6 considera que, en general, los sistemas educativos son insuficientes para la formación de ciudadanos con estas características. Más bien dificultan el alcance de un mínimo de éxito en el contexto internacional actual y la posibilidad de competir en los nuevos escenarios en el que interactúan dinámicamente los mercados internacionales de los países más aventajados. Esta situación alerta sobre la necesidad de centrar la atención en la calidad educativa, lo cual ha dado lugar, en el ámbito internacional, a un creciente interés por definir y consensuar su significado, establecer procedimientos para su evaluación y garantizar la mejora continua de ésta. Este capítulo se centra en las reflexiones acerca de la definición de calidad educativa, y en capítulos posteriores se abordan los otros aspectos. Las distintas dilucidaciones que existen sobre calidad educativa muestran la “esencia definidora” o “los atributos esenciales” de lo que la constituyen. Entre todas ellas, se encuentran definiciones con un enfoque funcionalista y otras con uno más humanista. Las primeras se centran en todas las condiciones que permiten formar a un ser competente, vinculadas las                                                                                                                           4  Palma, G. Elvira, “Percepción y valoración de la calidad educativa de alumnos y padres en 14 centros escolares de la región metropolitana de Santiago de Chile”. Revista Electrónica Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación, vol. 6, núm. 1, 2008.   5  Idem.   6  Idem.  
  • 5.
      competencias con lasdemandas de la sociedad moderna y del mercado. Las segundas toman en cuenta, más bien, aquellas condiciones que forman a un ser crítico, adaptado a su realidad comunitaria y región en la que se encuentre. Para la primera acepción se cuenta con las siguientes definiciones: Calidad educativa se refiere a aquellas instituciones que promueven el progreso de los estudiantes en una amplia gama de logros intelectuales, sociales, morales y emocionales, teniendo en cuenta su nivel socioeconómico, su medio familiar y su aprendizaje previo. Un sistema escolar eficaz es aquel que maximiza la capacidad de las escuelas para alcanzar esos resultados. Lo que supone adoptar la noción de valor añadido en la eficacia escolar.7 Frigerio y Poggi ven la calidad de la educación como “la integración dinámica de la organización institucional, de los recursos humanos y fiscales, del programa curricular y la didáctica, de los procesos educativos y sus resultados en términos de aprendizaje”.8 Siguiendo a Marchessi y Martín:9 […] un centro educativo de calidad es aquel que potencia las capacidades cognitivas, sociales, afectivas, estéticas y morales de los alumnos, contribuye a la participación y a la satisfacción de la comunidad educativa, promueve el desarrollo profesional de los docentes e influye con su oferta educativa en su entorno social. Un centro educativo de calidad tiene en cuenta las características de sus alumnos y de su medio social. Un sistema educativo de calidad favorece el funcionamiento de este tipo de centros y apoya especialmente a aquellos que escolarizan a alumnos con necesidades educativas especiales o están situados en zona social o culturalmente desfavorecidas.                                                                                                                           7  Mortimer, J., The Use of Performance Indicators, OCDE.   8  Frigerio, G., Poggi, M., et al., Las instituciones educativas. Cara y ceca, p. 11.   9  Marchessi, Álvaro y Martín, Elena, Calidad de la enseñanza. Calidad de la enseñanza en tiempos de cambio, p 33.  
  • 6.
      Las definiciones decorte más humanista las plantea Rodríguez Arocho, quien define la calidad educativa de la siguiente manera: Desde un paradigma de la complejidad, la calidad educativa es entendida de forma multidimensional y contextual. Más allá de los índices de matrícula, retención y aprovechamiento académico (éstos últimos la mayor parte de las veces determinados a partir de indicadores primordialmente cognitivos), debe entenderse el carácter multideterminado y dinámico de la calidad. El Global Monitoring Report (2005) menciona cuatro dimensiones básicas implicadas en la calidad. Estas remiten a las características de los aprendices (entre las que menciona condiciones de salud y motivación), los procesos educativos (entre los que menciona la formación y competencia de los educadores y la didáctica), los contenidos (en referencia al currículo) y los sistemas mismos (en referencia a la asignación equitativa de recursos y a las prácticas de administración de éstos). La forma en que estas dimensiones interactúan con dinámicas económicas, sociales, políticas y culturales más amplias también debe formar parte de la ecuación mediante la que se pondera la calidad educativa.10 Lena Abadía considera que las instituciones educativas de calidad: No sólo se sitúan en la mayor o menor capacidad de los estudiantes, de los docentes y de los investigadores para desempeñar sus tareas, sino también, en el flujo suficiente de recursos con que se nutran, con la infraestructura que requiere ser progresivamente más adecuada y ampliada, con el acceso de la población (...) y de quien lo requiera, a la información a través de bibliotecas y sistemas electrónicos, con laboratorios y salones confortables y con instalaciones deportivas que cumplan con la vieja y sabia recomendación helénica de educar al cuerpo y al espíritu.11                                                                                                                           10  Rodríguez A. Wanda, “El concepto de calidad educativa. Una mirada crítica desde el enfoque histórico cultural”, p. 20.   11   Lena Abadía, José, “La calidad educativa. Un tema controvertido”, p. 7. Disponible en http://redalyc.uaemex.mx/pdf/340/34005002.pdf  
  • 7.
      Al respecto insisteen que la calidad se verifica en los recursos aplicados para que los estudiantes y académicos tengan la opción de realizar estudios en otras instituciones educativas, establecer redes de colaboración y que posean una flexibilidad curricular que no sea solamente interna sino universal. Clement Giné (citado por Arocho, 2007) plantea que una educación de calidad se caracteriza por ser accesible a todos los ciudadanos, facilitar los recursos personales, organizativos y materiales, ajustados a las necesidades de cada estudiante, para que todos puedan tener las oportunidades que promoverán lo más posible su progreso académico y personal. Las instituciones de calidad aplican e invierten en recursos para que los estudiantes tengan la posibilidad de tener acceso a una formación académica del más alto nivel. Chapman y Adams12 plantean que la calidad de la educación puede referirse a la cantidad de insumos (inputs) o recursos que posee la institución (como número de maestros, cantidad de maestros altamente capacitados, número de libros de textos), por la cantidad y variedad de esquemas instruccionales directos o promotores del aprendizaje activo. También por las salidas (outputs), como calificaciones, índices de graduación y por los resultados (outcomes) que se perciben en el desempeño o el impacto de la formación en áreas externas a la institución educativa, por ejemplo, en el sector profesional. Para ellos, la calidad también implica el alcance o el logro de las metas y los objetivos específicos. Otras concepciones consideran que la calidad está basada en la reputación de los programas y de la institución, en el sentido de cómo la escuela influye en los cambios que los estudiantes tienen en sus esquemas conceptuales, actitudinales, de valores y comportamientos, o en la adquisición y la aplicación deliberada de una teoría o ideología específica. En estas definiciones se asume la relatividad del concepto o su dependencia contextual, ideológica y política. Ante esto, los autores referidos afirman que debido a que los sistemas educativos crecen o dependen de las regiones en las cuales están insertos, y los líderes o directivos involucrados                                                                                                                           12 Chapman, David and Adams, Don, The quality in education. Dimensions and strategies. Education and National Development in Asia: Trends, Issues, Policies, and Strategies. Manila. Edited by Mark Bray, the series accompanies the publication ADB, 2002.
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      cambian de decisiones,el potencial para las contrariedades, desacuerdos, y conflictos generados alrededor del significado de calidad se incrementan. Tener un acuerdo entre padres, profesores, administradores y estudiantes con respecto de los componentes de la calidad, o a cómo deben ser medidos, cómo iniciarlos y sostener su funcionalidad, es inverosímil. Sin embargo, reconocen que muchas dimensiones pueden ser identificadas y dirigidas conscientemente con éxito. Se puede observar que la calidad educativa se asocia con criterios no sólo descriptivos, sino también normativos. Éstos se convierten en un motor impulsor de lo que una institución educativa debe contener y fomentar para lograr su finalidad, la cual en general está contenida en la misión y visión institucional. Las definiciones expuestas, muestran el conjunto de rasgos definidores de la calidad educativa. Es importante asumir su complejidad y dependencia contextual y socio-histórica. Se puede observar cómo autores de corte más humanista, rechazan la estandarización de las instituciones educativas solamente orientadas a la formación de sujetos competentes y con las habilidades que demanda el mundo laboral. De manera contraria a ello, enfatizan sobre la formación de sujetos críticos, innovadores, reflexivos y democráticos. De cualquier manera, en ambas concepciones, las dimensiones que hacen a una institución educativa de calidad son esencialmente las que se representan en los siguientes esquemas:
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      Calidad   Educa*va   Aspectos   pedagógicos   sustentados  en   una  formación   rigurosa  y   humanista     Infraestructura   Competencia  de   los  recursos   humanos   Dirección  y   gesCón   administraCva   Integración  de  la   comunidad  o  de   los  actores   involucrados   Formación   conCnua  de   docentes   Apertura   insCtucional,   presencia  de   redes  de   colaboración   Fomento  a  la   invesCgación  y   acceso  a   recursos  para  la   innovación   Una  insCtución  de  calidad    es   aquella  que:   Promueve  el  progreso  de  los  estudiantes  en   una  amplia    gama:  intelectual,  social,     moral  y  emocional.   Es  un  sistema  que  maximiza  la  capacidad   escolar.   No  está  asociada  sólo  a  términos   cuanCtaCvos  sino  también    con  el   funcionamiento  colecCvo,  la  parCcipación  de   la  comunidad,    el  desarrollo  profesional.   La  gesCón  direcCva  se  convierte  en     un  factor  clave.   Promueve  la  acción  colecCva  colegiada.   Cuya  formación    posee  implicaciones    de   impacto  en  el  ámbito  laboral,  profesional    y   social.     Figura 1. Figura 2. Luego de la síntesis presentada acerca de la definición del término calidad educativa, en la Red de Universidades se asumirá la siguiente
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      definición: concepto multidimensionalque consiste en la conjunción de las condiciones educativas necesarias para el logro de las competencias (conocimientos, habilidades, actitudes y valores), necesarias para el desarrollo humano y social de los estudiantes, así como para su integración eficaz al mercado laboral. Por último, en el análisis de las evaluaciones a instituciones educativas del continente asiático y latinoamericano, realizadas por organismos como la OCDE, Programme for International Student Assessment (PISA), el Examen de Calidad y Logros Educativos del Instituto Nacional para la Evaluación Educativa (EXCALE) y la Evaluación Nacional del Logro Académico en Centros Escolares (ENLACE) y sistemas de evaluación regionales, se encuentran algunos indicadores relativos a una baja calidad de instituciones educativas. Entre ellos, los siguientes: 1. Personal docente insuficientemente capacitado en el contenido que trasmiten. Bajos niveles de pericia en el dominio que imparten. 2. Estatus predominante de enseñanza tradicional, fundamentalmente expositiva y memorística. 3. Amplio contenido de instrucción con tiempos insuficientes para su enseñanza. 4. Acceso a fuentes de información limitadas e insuficientes (ausencia de bibliotecas y de medios electrónicos). 5. Poca capacidad de equipo técnico. 6. Inadecuados procesos de evaluación del aprendizaje. 7. Pobre infraestructura física. 8. Inadecuada distribución de materiales. 9. Escuelas fantasmas que sólo existen en el papel. 10.Gran cantidad de estudiantes por profesor. 11.Bajos salarios y programas de compensación limitados. 12.Inadecuada cantidad de libros de textos de calidad. 13.Ausencia de iniciativas innovadoras para mejora continua. 14.Énfasis excesivo en los exámenes.
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      15.Currículum y métodosde enseñanza inapropiados. 16.Consideración de la gestión de recursos como un “gasto” y no como inversión. 17.Gestión directiva poco involucrada en la formación, centrada en el valor empresarial o político de la institución, ejecutora de prácticas inequitativas y corruptas. 18.Presencia de estudiantes con serias deficiencias en habilidades básicas como la lectura, escritura y las matemáticas. Alto porcentaje de estudiantes que no aprenden los contenidos mínimos para desarrollar sus capacidades. Todos ellos son criterios que permiten proporcionar el siguiente juicio de valor con respecto a las instituciones de que se traten: posee una baja e insuficiente calidad educativa. A lo largo del capítulo se puede observar la complejidad del término y su naturaleza multifactorial. También su carácter sistémico, es decir, la confluencia de diversos componentes que en un armónico funcionamiento parecen demostrar el alcance del propósito de la misión educativa y los criterios que permiten dar un juicio sobre las instituciones. Referencia: Aliat  Universidades  (2012)  Calidad  educativa.  México:  Aliat  Universidades.  Capítulo  uno.