El documento discute los desafíos de la educación en la sociedad moderna. Sostiene que la educación no debe ser un producto para lucro sino que debe construir una nueva ciudadanía. También argumenta que el conocimiento se vuelve obsoleto rápidamente debido a los constantes cambios tecnológicos y que los individuos se sienten amenazados por los grandes volúmenes de información disponible. Finalmente, señala que el estado ya no es el benefactor sino un mediador entre poderes e individuos en esta época de cambios.