Las relaciones bióticas se dividen en intraespecíficas e interespecíficas. Las intraespecíficas incluyen la competencia, como la lucha entre lobos marinos por hembras, y la cooperación, como cuando los loros dispersan semillas. Las interespecíficas pueden ser mutualismo, como entre abejas y flores; comensalismo, como entre carroñeros y depredadores; inquilinismo, como entre peces payaso y anémonas; o depredación, donde un depredador como un león obtiene un beneficio a